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ALEX

Not Alone de Red suena por toda la habitación gracias a la vieja radio que se encuentra a mi lado y es realmente gracioso, porque de verdad me encuentro solo en este oscuro lugar.

Desde mi nueva vida, todo cambió en esta nueva ciudad.

Me encuentro tan lejos de mis amigos.

Tan lejos de April.

Tuve que huir gracias a mi problema, ese problema que ocasionó esa persona que me hizo daño.

Desde hace tres años escribo en este viejo diario que robé de una vieja tienda, lo que significa que nadie lo extrañaría de verdad.

Nadie espera que yo regrese.

Nadie sabe que he regresado.

Nadie sabe de mí.

Tras mi muerte de hace años, por alguna razón pude regresar.

Pero fue algo tan extraño.

Al morir, mi cuerpo se volvió tan ligero como una suave pluma que vuela por los aires.

Pero de pronto, el fuego me había comenzado a rodear y mi cuerpo terminó deshaciéndose en cenizas, cenizas que se cristalizaron por un tiempo, dejándome congelado durante meses, hasta que finalmente, el fuego volvió y me hizo salir de aquel ataúd.

Me hizo salir volando por los aires, haciéndome sentir tan bien ante el regreso al mundo.

Pero lo peor fue que algo más regresó conmigo.

Aquella voz femenina volvió a mi mente, incitándome a terminar con la vida humana, de lo cual no me pude resistir.

Ante la pérdida de mi ancla.

He asesinado alrededor de cien personas en los últimos dos años que llevo aquí, en esta ciudad.

Lo que me sigue atormentando cada noche, provocándome pesadillas terribles que no me dejan dormir, que solo me causa dolor.

Extremo dolor que recorre todo mi cuerpo entero hasta mi cerebro, el cual comienza a deteriorarse conforme sigue el trauma.

Como si me hubiesen dado un golpe fuerte en la cabeza que me comienza a dejar tan mareado.

Además de aquella voz que algunas veces, no para de gritarme, como si me quisiera hacer entender que lo que hago está bien.

Como si fuese lo correcto.

Aunque no lo fuese.

>>

2 años atrás.

Me encuentro en una gran bodega caminando de un lado a otro.

Mis manos se encuentran en mi cabeza, tomándola con fuerza, como si eso detuviese aquella voz.

Pero nada puede detenerla.

No ahora.

Al alzar mi vista pude ver alrededor de cincuenta personas atadas y de rodillas frente a mí, suplicándome con sus miradas que los deje ir.

Ellos no quieren morir.

Y yo no quiero que mueran.

Pero aquella voz regresa.

"Alex..."

—Detente... – murmuré, cerrando mis ojos con fuerza.

"Hazlo..."

AURA: CENIZAS DE CRISTAL III [SAGA AURA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora