Isekai Itsuki

CAPÍTULO VII - MI NOMBRE

Nino: oye. Despierta

Itsuki: déjame dormir, hoy no tengo que dar clases

Ichika: vamos, vamos...

Itsuki: ¿eh? ¡CHICAS!

Violentamente Yiliana despierta de su cómodo sueño y rápidamente siente algo peludo alrededor de su cuerpo

Itsuki: ¿Qué? ¿por qué estoy desnuda? ¿Qué paso?

Karin: lo siento. Pero tenía que quitarte la ropa mojada y no se me ocurrió otra forma para mantener tu cuerpo caliente que adoptar mi forma bestial para evitar que te enfermes

Itsuki: gracias

Luego de eso Yiliana usando su magia terminó de drenar el agua de su ropa. Luego de vestirse salió a recuperar todo lo que pudo

Itsuki: al menos pude recuperar gran parte de mi ropa y solo dos pociones se salvaron

Karin: al menos salvaste algo, toda la comida que traía debió llevársela la marea

Itsuki: no te preocupes. Este desierto no se ve tan grande, estoy segura de que pronto llegaremos a algún pueblo donde podremos conseguir comida y por cierto ¿Cuándo volverás a tu forma humana?

Karin: solo un poco más. Ha pasado tiempo desde que estuve en mi forma de Kitsune

Itsuki: bueno, ya estoy lista vayamos hacia aquella montaña... ¿eh? ¿Qué te pasa?

Karin: escucho muchos zumbidos a lo lejos

Itsuki: ¿que?

De repente una bengala de color verde aparece en el cielo y luego cerca de ellas cae una lata

Itsuki: corre. ¡ya! ¡ya!

Rápidamente la lata bota humo pero ambas se alejan a toda velocidad.

Karin: esto no es el bosque. Sube encima de mi

Y sin pensarlo más Yiliana se monta en el lomo de su amiga.

Itsuki: (¿autos? ¿Son jeeps?)

Karin: ¿Qué rayos nos atacó? Vaya forma de dar la bienvenida

Itsuki: creo que llegamos a Stoges

Rápidamente los vehículos comienzan a alcanzar a la Kitsune y su amiga

Sujeto1: no los maten. Los quiero con vida

Inmediatamente un hombre usa el arma del techo y dispara una red metálica hacia la Kitsune pero rápidamente Yiliana usando su magia de agua forma una espada y corta la red a la mitad haciendo que los restos caigan a los lados

Karin: ¿Qué fue eso? ¿es una red?

Itsuki: no te detengas. Vamos a aquel árbol seco

La Kitsune cambia de dirección siguiendo las indicaciones de su amiga mientras los demás vehículos continuaban la persecución. Al llegar al árbol Yiliana arranco una rama y lo envolvió con su magia, la arrojo a la tierra, rápidamente la rama se extendió bajo la tierra y formó unas púas largas logrando reventar las llantas de los vehículos, ante la rabia un vehículo lanzó un misil