Lunes 29 de abril de 2024
Una carrera rápida a un restaurante de comida asiática, y Félix ya estaba listo para ir a la casa de Samantha a continuar viendo las cosas del mundial.
Estos días habían estado ocupados como nunca, por lo que el pelinegro quería asegurarse de que ella no se estuviera olvidando de comer algo más que una maruchan.
Para su suerte, el tráfico de Monterrey no estaba tan pesado ese día, y en menos de media hora ya se encontraba en la casa dejando las cosas sobre la mesa. Únicamente tomo los envases de comida y subió al segundo piso para entrar al setup de Samantha.
—¿Ya comiste algo?— preguntó mientras abría la puerta.
—¡Ay!— la rubia al no escucharlo entrar, se sobresalto dando un saltito en su silla. —Avisame que llegaste cabron, casi me da un ataque— reclamó a la vez que se colocaba una mano en su pecho.
—¿Yo que culpa tengo de que no prestes atención a quien entra a tú casa?— No pudo ocultar la risa que le causó su reacción.
—O también me puedes mandar un mensaje de que ya estás aquí—
Después de ese último regaño, la chica se disponía a dar la vuelta en su silla para seguir viendo su monitor, pero Félix fue más rápido y la tomo del respaldo para detenerla.
—Mejor deja eso un rato y come algo. Te traje el pollo agripicoso que te gusta—
Mostrando el envase en su mano, el pelinegro tomó asiento en uno de los puff de la habitación, esperando que la chica se sentará a su lado para comer juntos. Ella se estiró un poco en su lugar antes de levantarse para ir junto a Félix.
El chico se encargó de abrir las cosas y de pasarle un plato a la rubia para comenzar a comer en un silencio cómodo.
Él no sabe en qué momento se quedó observando fijamente a Samantha. Simplemente no pudo evitarlo, al notar como su expresión cambiaba a una más alegre y relajada. El brillo que sus ojos emitían al disfrutar de cosas tan simples como su comida favorita era difícil de ignorar.
Después de todo, era una de las cosas que más amaba de ella. A él le encantaba verla feliz.
—¿Te gustó o qué?— parece que la rubia también se había dado cuenta de la intensa mirada que tenía encima.
—Tú sabes que si— susurró para acercarse a Samantha con intenciones de besarla.
Su rostros ya estaban a centímetros cuando una mano se posó en su mejilla para darle vuelta a su cara.
—¿Qué acordamos Francisco? Nuestra relación de momento solo es laboral—
Claro, el pelinegro había olvidado el pequeñísimo detalle de que ellos habían terminado hace dos semanas. Siendo más específicos, el la había terminado, y por supuesto que estaba arrepentido.
Si el pudiera volver con su yo de hace unas semanas, seguramente le daría más de un golpe.
—Ese "de momento" será más corto de lo que crees— aseguró volviendo a acomodarse en su lugar.
—Pues te costará más que traerme de almorzar para solucionarlo— rió Samantha y volvió a concentrarse en comer.
Félix decidió no decir nada y dejar que sus acciones de los próximos días hablarán por el.
¿Lo había arruinado? Si, el era consciente de sus errores, pero estaba listo para rescatar su relación.
Holaaaaa
Nueva novela original? Si, y espero que les guste todo lo que tengo planeado, realmente es la primera vez que me organizo para hacer una historia decente 👀
Los invitó a votar y seguir leyendo si quieren descubrir que pendejada hizo nuestro Félix (no fue algo taaan grave) jaja 🫶
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Yours || Riverducción
Fanfiction"Cada día que pasa parece que estás más lejos y cada vez que sucéde me repito a mí mismo: te estaré esperando aquí Cada noche te veo en mi corazón y cada vez que sucede, termino llorando cuando te llamo en medio de la oscuridad... Todo lo que puedo...