With my hand on my heart

CHIHIRO

Chihiro nació, creció y vivió como un esclavo. Su anormal cabello verde fue la clave de su prematura condena. El dolor en la piel y su cuerpo era el pan de cada día, ser usado era habitual, nada lo sorprendía, nunca conoció otra cosa y pensó que así estaba bien.

-No es normal- dijo el hombre que acababa de acostarse con él una noche, Chihiro tenía 10 años.

-¿Que no es normal?- Chihiro arrugó la nariz cuando le lanzaron humo de cigarro a la cara

-La forma en que vives-

-¿Hay algo malo?- el hombre se rio y el niño se molesto -Si ya terminaste puedes irte, tengo otros clientes-

-¿Y si te digo que puedo sacarte de aquí?-

-¿Por qué querría irme de mi hogar?-

El adulto sonrió con tristeza y acarició la mejilla de Chihiro

-Un hogar no debería sentirse así, un hogar es un lugar seguro donde puedes ser feliz... No eres más que una prostituta aquí-

Después de ese día las cosas empeoraron para Chihiro, se volvió consciente de todo y encontró que nada le gustaba. Lloro y maldijo al hombre que le abrió los ojos, extrañaba vivir en la ignorancia feliz de sus primeros años y un ardor colérico se instaló en su pequeño pecho cada vez que alguien lo usaba... Ya no quería estar ahí.

Huir fue fácil, esconderse fue la parte difícil, por suerte la caravana de esclavos había llegado a la ciudad de Diciembre ese día y Chihiro encontró un escondite en el laboratorio de la ciudad donde se guardaba a la planta. Ser un niño pequeño y mal nutrido fue una ventaja cuando trepó por las tuberías y se ocultó en el restringido espacio del ducto de ventilación. Se quedó ahí dos días enteros, sin comer, sin beber, meando sobre sí mismo por temor a ser atrapado si salía de su escondite por un solo segundo.

La mañana del tercer día fue encontrado por uno de los ingenieros de plantas que pasaba por el área y sintió el aroma a orina, creyendo que un mapache se había colado a los ductos de ventilación subió y abrió la escotilla solo para encontrar a un niño pequeño y pálido acurrucado sobre sí mismo y sus desechos.

Por primera vez en su vida fue tratado con cuidado... Por primera vez en su vida Chihiro fue tratado como un ser humano y lloro, lloro mucho más que cuando aún era un esclavo, no podía hacer otra cosa cuando los ingenieros lo bañaron y renegaron molestos al ver el estado de su cuerpo, cuando le pusieron pomada para el dolor y le preguntaban constantemente si estaba bien que lo tocaran o si algo le dolía, claro que dolia, sentia que su garganta se cerraba y los mocos le impedían respirar pero estaba bien, ahora estaba bien, ¿Verdad?

Chihiro no fue llevado al orfanato y en cambio empezó a vivir en el laboratorio, él no entendía las razones pero a veces oía a los ingenieros susurrar sobre niños desaparecidos y eso lo asustaba lo suficiente como para nunca acercarse a la puerta de salida del laboratorio, eso y la planta claro.

¿Había algo más hermoso? Chihiro no lo creía posible, desde la primera vez que los ingenieros lo llevaron a verla quedó enamorado de aquel bello capullo de luz que flotaba en el tanque, jamas habia visto algo igual y su pecho retumbó cuando le explicaron que trabajan ahí para cuidarla y ella a cambio le daba agua y luz a la ciudad. Él también quería cuidarla. Quería crecer y ser útil, Chihiro quería vivir.