●Apuñalada en el corazón●

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El sudor recorría por todo mi cuerpo y cara, teniendo una respiración cortante como dolorosa, el corte en mi muñeca me arde, no lo negare, estoy a punto de romperme a llorar directamente a explotar gritando con todas mis fuerzas en cualquier momento.

No tardo mucho hasta que, por mis mejillas empezó a escurrir un líquido abundante sin parar.

En ese momento pensé en todos aquellos que se decepcionarían al verme haciendo esto, no tendría las agallas para verlos a los ojos, pero aun así no quiero parar; es una manera de liberarme de todo aquello que me molesta, me irrita, me hace infeliz; me hace alejarme de todo lo que estaba mal conmigo incluyéndome.

Volví a agarrar el pedazo de vidrio otra vez con rapidez entre mi mano, lo cual recibí pequeñas cortadas entre los dedos, no le puse atención, estaba cegado por esa satisfacción del ardor y calma que me daban aquellas heridas, volví a lo que había hecho antes, corte en cruz, cortes largos y cortos, revueltos por todos lados, de la muñeca hasta el codo en ambos brazos.

Las lágrimas caían por todas partes, mirando hacia arriba sin querer escurrir nada por todos lados; no podía pararlas aun que me las limpiara con mis mangas.

Volteé la mirada rápidamente al escuchar un ruido cerca de mí, mierda, alguien se había despertado antes que todos, me pare rápidamente como tuve la posibilidad para que nadie me viera.

Aun así, era muy tarde, justo cuando iba subiendo las escaleras para ir al camerino de los hombres me lo tope cara a cara al cocinero del grupo.

- ¿Luffy? ¿Qué haces aquí tan temprano? ¿Te encuentras b-

No dejo que terminara la frase cuando corrí rápidamente hacia mi destino ignorando la pregunta de Sanji sin terminar.

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Solo me levanté más temprano que todos para tener tiempo de preparar el desayuno con calma, Salí de mi camerino para dirigirme hacia la cocina, ahí me encontré a Luffy corriendo, ¿Qué hace tan temprano aquí? Se supone que él es el que se despierta más tarde antes del marino ¿No? Dirigí unas palabras para el pero aun así no contesto, solo siguió con su camino rápidamente.

Vi su cara por microsegundos, pero a mi vista fue en cámara lenta, ¿Estaba llorando? Pude ver sus ojos rodeados de un color rojizo con lágrimas entre ellos, nariz hinchada y una expresión de desesperación.

Me asusté demasiado por Luffy, no había recordado cual fue la última vez que lo vi llorar, ¿Ninguna?, esto es raro viniendo de él, un chico sonriente, positivo, energético y valiente estaría viéndolo sufrir de esa manera.

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Azote la puerta del baño, no pude llegar a los camerinos, sabría que todos estaban ahí atentos a todo lo que se escuche o se mueva.

Abrí la llave de la bañera y deje que se hiciera humo por toda la habitación, deje el agua escurrir y fui hacia el lavamanos, limpiando la sangre de mis brazos y manos.

Veía la sangre escurrir mezclada junto con el agua; volví a llorar sin parar en silencio, sabía que lo que hacía estaba mal, que no era algo bueno para mí, debería parar con esto en este momento.

Sabía que no solo a mí me estaba haciendo daño lo que estaba haciendo sino también a mis amigos a mis hermanos, a su familia, a todos aquellos que lo necesitan y cada día esta con el ayudándoles y ayudándome.

Mis hermanos...

¿Si acabo con esto los volvería a ver sin ahora ser una ilusión? Ace, Sabo...

¿Siguen esperándome y viéndome ahí arriba? ¿Volveríamos a ser unos niños viviendo en una montaña con bandidos?

Suspiré y cerré los ojos recordando ese momento en el cual era feliz, sin ninguna preocupación, siento un niño.

Recorriendo el bosque verde junto con mis hermanos enfrente mío protegiéndome, ante todo; risas de esos 3 niños autoproclamados por compartir bebida "hermanos".

Quería alcanzarlos y estar al lado de ellos, pero aun así siempre estaba atrás de ellos, aunque me esforzara por caminar lo más rápido que podía siempre quedaba atrás de ellos sin lograr nada.

El cansancio por la presión de excederme con el esfuerzo al correr me hizo ver borroso por algunos segundos, fue cuando mis hermanos voltearon para verme desde atrás, sus caras eran borrosas no tenían ojos, boca, cejas, ni nariz, nada.

En ese momento reflexione, no me acordaba ya de sus caras, no recordaba sus rostros de mis hermanos, solo sabía que eran vagos recuerdos de ellos.

Abrí los ojos rápidamente al escuchar un golpe en la puerta de la habitación llamándome:

- ¿¡Luffy te encuentras bien!?-Pregunto Sanji desde afuera del baño

- ¡Estoy b-bien, solo que tenía que llegar rápido al baño! - Respondí con miedo ante el fallo de intentar disimular mi voz rota ante el llanto-

-Está bien, avísame si necesitas algo- Respondió para después darse la vuelta y marcharse-

Sentí mi corazón latir a mil por hora, una adrenalina recorrer por todo mi cuerpo ante el sentimiento de ser descubierto en mi acto: sangre embarrada por el lavabo, en la tina, por mis brazos sin poder quitarse los restos al total.

¿Qué pasara conmigo en el momento donde se den cuenta de todo lo que estoy haciendo aquí ocultándome de ellos?; se decepcionarían al pensar en las palabras que una vez dije ante todos ellos "no les ocultaría nada".

Esas palabras no significaban nada en este momento, me siento un fraude ante mis palabras anteriores, con una sonrisa que ahora era completamente disimulada y sin sentimiento alguno.

Me sentía como mierda ahora, no era el mismo que antes yo me reflejaba, pensaba que después de bastante tiempo de estar lejos de mis amigos y volverlos a reencontrarnos me haría feliz otra vez.

Olvidarme de todo aquello malo que paso y me hizo sufrir incontablemente por días, pero no era así, si no que empeore con todo esto que se supone que era "mi lugar seguro" donde podía ser yo mismo en todo momento.

¿Desde cuándo me he vuelto tan pensativo ante todo lo que me rodea? Todo lo que me rodea ya no me cause ningún impacto, es como si lo viera todos los días, era odio, asco, aburrimiento y pesadez, ante todo.

Ya no toleraba a nadie ni a nada, me detestaba a mí mismo, ni yo me toleraba a mí mismo; sentí una furia recorrer mi cuerpo repentinamente empezando a respirar con pesadez y continuamente.

Me levanté del lugar donde estaba sentado; agarre nuevamente el pedazo de vidrio que había dejado en el lavabo anteriormente, lo agarre con todas mis fuerzas apoyándome con mis rodillas en el suelo; tome impulso con mi brazo desde atrás.

Solté un grito fuerte con odio y tristeza y apuñalé completamente mi mano izquierda contra el suelo, atravesando el vidrio completamente toda mi palma; agarrando con mi otra mano otra vez el vidrio con fuerza y desgarrando hacia abajo.

No sentí nada, no escuche nada ni pensé en nada, solo veía mi mano desangrarse completamente sin ningún freno; no pude ni articular mis palabras, aunque solo salió un tartamudeo procedente de mi boca:

-A-A-ce- Pronuncie por última vez antes de desplomarme contra el suelo al igual escuchar fuertemente a alguien golpeando la puerta-

Mierda, esta vez ya no tengo ni fuerzas para escapar, me atraparan si o si y ni tengo ganas de hablar de todo esto porque ni yo estoy seguro del motivo de todo esto.

•Siempre feliz ante todos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora