𝙎𝙪𝙜𝙖𝙧

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𝙻𝚘𝚗𝚍𝚛𝚎𝚜, 𝚁𝚎𝚒𝚗𝚘 𝚄𝚗𝚒𝚍𝚘.


Las actitudes de _____ estaban preocupando cada vez más a su hermana, se daba cuenta que ya no era la niña que pasaba las tardes ayudando a sus compañeros con tareas o que si hacía algo lo hacía muy rápido para poder salir a la calle. 

Sabía que algo tenía que ver con su "amistad" con el padre de Emma, pero no quería decir nada, quería tener pruebas antes de poder acusarla de algo. 

También se dio cuenta que siempre había un chofer que la iba y la traía casi todas las tardes a una hora exacta. 

- ¿Otra vez saldrás?. 

- Sí, vengo antes de las 8, ya lo sabes - sonrió - últimamente paras mucho en casa, ¿No hay más trabajo en la oficina?. 

- Frank está implementando el trabajo desde casa, le parece una muy buena opción, así también podemos pasar tiempo juntas si es que no salieras tanto. 

- Lo siento, pero sabes que también tengo una vida. 

- ¿Qué vida puede llevar una adolescente de 18 que no sea la escuela o sus amigas?. 

Brynn trató de controlarse un poco con el tono, no quería alertar a ____ que ya estaba sospechando sobre ella, porque su hermana era inteligente y podría cambiar la estrategia. 

____ solo alzó una ceja y esbozó una sonrisa para quitarle preocupación a la respuesta que estaba por dar. 

- Nada malo, solo conseguí un trabajo, estoy ayudando a una niña con sus tareas en la escuela. 

- ¿También te pagan el chofer?. 

- Es lo menos que podrían hacer, después de todo la ciudad no es tan segura como dicen. 

- Solo ten cuidado de no estar haciendo cosas malas ____, no quiero que nadie te haga daño, hay muchas personas que pueden aprovecharse de lo bonita que eres. 

- Gracias, pero ya sé cuidarme....

____ se fue, como ya era de rutina subió al auto y desapareció. 

Lo que si no tenía previsto es que afuera otro auto también estaba esperando pero por Brynn, para poder seguir y ver en que se estaba metiendo su hermana. 

Pero mientras más kilómetros avanzaban más se alejaban de lo que la ciudad en sí, tanto a así que llegó a ser solo arboles y un camino que parecía que nunca acabaría, junto a ello se le sumaban algunos carteles advirtiendo sobre el lugar al que estaban por entrar. 

Luego de 45 minutos en auto, por fin se empezó a ver nuevamente señales de civilización, pero no una familiar, sino una que aterraba.

Una gran construcción de grandes muros se hacía presente. 

Forbidden -𝐉𝐨𝐡𝐧 𝐏𝐫𝐢𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora