-Estas seguro de lo que harás, Edgar?-
-Estoy seguro-
Hacia frío en la habitación del manicomio, la volvía loca a la adolescente, estaba cansada y harta de estar ahí. Odiaba completamente cada segundo de su vida, esto le arrancaba su felicidad por c...
Colette y Edgar trabajan juntos en una tienda de Star Park, claro estaba que cada día que pasaba ambos se conocían más, cada mañana llegaban ambos, empezaban a trabajar atendiendo clientes y consiguiendo lo que necesitan, era una tarea muy fácil, decía Colette dando saltitos. Su compañero, Edgar, no entendía como podía amar su trabajo, con el salario miserable y los molestos clientes se le hacia difícil entenderla, pero tampoco le gustaba juzgar a las personas, quizás Colette era alguien positiva.
El escritorio de ambos, donde se encontraba la caja registradora. No tenía más que sticker pegado de el brawler Spike y Piper, Desde ahí Edgar empezó a conocer más a Colette, como su obsesión por esos dos brawler en específico, claro le gustaban todos, pero le tenía un inmenso amor a esos dos mencionados anteriormente.
—No entiendo como te gustan, literalmente uno es mudo— le reclamo su compañero a la jovencita, quien escribía en su libreta —¡No lo entiendes! Es algo especial— siempre le respondía Colette a su compañero de trabajo, este obligatoriamnete cada dia tuvo que soportar las mismas frases, que contenían a Spike o Piper en estas.
Ellos dos eran un dúo muy divertido de ver, Colette siempre estaba hablando y Edgar suplicando qué se callara de una vez por todas. Cada día los clientes se ponían más molestos, sobre todo Pam, la madre de Jessie
—Yo pedí la promoción 3x1, pero al revisar el interior no tenía pilas, ¿por qué eso?— pregunto la señora mayor, con ligera irritación. —Señora, ya le dije, las pilas usted tiene que comprarlas aparte— trato de responder el muchacho de pelo azabache, pero su tono de voz también se llenaba de irritación Esta pequeña discusión siguió para más tiempo, todo acabado con un "llámame a tu gerente". Edgar supo que esta señora era difícil de tratar y busco a su gerente, Colette solo le sonrió tímidamente a la señora y siguió escribiendo en su libreta.
Pero sorpresa, esa señora no era la única...
—En el envoltorio dice color morado, ¿pero porque al abrirlo es de color azul? No lo entiendo— reclamo una caja metálica, Colette decidió intervenir en esta situación. —Señor, si lee bien en el envoltorio dice que cambia de color al sumergirse en agua— la joven de pelo blanco dijo tranquila, en el fondo un poco sorprendida por la estupidez de la gente.
—¡esto es muy pequeño! Se supone que debería ser más grande, aquí dice que mide 12 metros— se quejo una adolescente de tez morada, como monia. Colette y Edgar suspiraron, y al conjunto hablaron —Señorita, ahí dice 12 centímetros (cm), no metros (M)— les respondió ambos trabajadores a la monia, esta solo se disculpo por leer mal.
Ambos trabajadores notaron la estupidez de estos clientes, sus errores eran tan imbéciles, ¿no saben leer o qué? Es tan fácil, o sea, si vas a comparar algo lee el precio, las instrucciones y envoltorio.
De igual forma, no todo era malo, a final de jornada ambos hablaban y aveces los temas de conversación considian, no eran tan distintos como Edgar pensaba.
૮₍´˶• . • ⑅ ₎ა
Capitulo corto, no tenía ideas. Además quiero hacerlo lento y no empezar con el trama fuerte, solo hay que confiar en el proceso Reconteo de palabras sin contar esta parte: 490
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
