𝄞⨾𓍢ִ໋ Explendor ୭ ˚. ᵎᵎ

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Ese día, Edgar había notado algo que lo dejo un poco atonito. Esa tarde le pregunto a Colette que quizás estaba un poco loca por aquellos brawlers, pero perdió el sentido común, ella se volvió loca y empezó a decirle nuevamnete que el nunca lo entendería. Pero la diferencia es que fue gritando, algo que lo incomodo a el.

—Colette, no hace falta gritar tanto— trato de tranquilizar la situación.

—ES QUE NO LO ENTIENDES! — grito la joven de pelo blanco.

Esta obsesión empezó a caer en locura, Colette siempre hablaba de ellos, dormía con ellos, y aparecía hasta en la sopa de ella.

Cada jornada se volvía un poco incomoda para Edgar, y trataba de evitar el tema, pero era imposible si Colette no lo dejaba ir.

—¿Puedes quedarte hoy a cerrar la tienda?—

—Claro, de casualidad ¿porque esa petición?—

—Oh, esta noche iré a la casa de mi madre—

Colette solo asintió, mientras seguía dibujando en su libreta.

—Por cierto, tenía planeado salir este fin de semana, ¿quieres ir?— pregunto la joven al dibujar en su libreta

—Seguro, porque no— acepto el chico emo.

Ambos volvieron a su labor de trabajo, lo típico, solucionar las dudas de los empleados y atenderlos amablemente, obviamente. Edgar nunca lo hacía, solo les respondía como se le diera la gana.
Quizás si algo le alegrará la tarde respondería con amabilidad, pero a este punto era imposible.

Una vez cayó las 9 en punto, Edgar se fue sin decir nada. La joven de tez blanca lo vio irse, aunque ella no se iría tan temprano.
Se levantó de su asiento y fue a la bodega de la tienda donde trabajaba, lentamente y con cuidado, fue a la sección donde guardaban los peluches.

Esta era su favorita, sin duda, ¿se puede saber por que? Facil, ahí habían peluches de Spike qué aun ella no había colecionado, y obviamente lo quería. "eso sería robar" no lo seria si nadie se da cuenta...
Colette una vez identifico la caja qué contenía los peluches de Spike, lo abrió y con cuidado saco 2, uno para ella, y el otro para su vitrina de colección, técnicamente es lo mismo...

Los guardo en su pequeña bolsita. La tomo y cerra la tienda como prometió, caminando a casa y pasando por el centro de Star Park, noto que las constructoras estaban rayadas de grafiti, cual reclamaban por un mejor gobierno. Aunque Colette no estaba muy metida en la polémica, así que tendría que preguntarle a alguien que estaba pasando.
Una vez en casa, ella sacó su peluche de Spike y lo colocó en su perfecta vitrina de adoración a Spike, contemplando su hermosura en si.

Era fin de semana, normalmente las familias salían de viaje, los amigos salían, y esta vez, la joven de tez blanca, permanecía en su casa, tan solo se pasaba es mañana escribiendo sobre su adorable Spike o la belleza humana de Piper

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Era fin de semana, normalmente las familias salían de viaje, los amigos salían, y esta vez, la joven de tez blanca, permanecía en su casa, tan solo se pasaba es mañana escribiendo sobre su adorable Spike o la belleza humana de Piper.

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