Que tus males sean pocos y tus días muchos.

1.

"Señorita Aqua, esta segura de que es completamente seguro enviar a esa Maquina... ¿A ese otro mundo?" La joven ángel pregunto preocupación visible junto a un tono tembloroso en la voz mientras continuaba "Esta hecha para matar, ni siquiera ha sido probada y solo es un prototipo, junto a que los reencarnados han estado haciendo un trabajo mas que decente." La ángel hablo en tono de suplica. "No te preocupes, ñam lo convenceré y, ñam Ya veras que los problemas en ese mundo se solucionaran." Aqua, replico ignorando las preocupaciones y argumentos de la chica mientras devoraba una bolsa de dulces.

La ángel suspiro con resignación, rindiéndose ante los caprichos de su superior designada para alegría de Aqua "Iré por el robot chistoso y lo traeré aquí, encárgate de cualquier reencarnado que llegue aquí." Aqua sin darle respiro a la chica abrió un circulo mágico y se esfumo, para molestia y preocupación de la pequeña ángel.

"Esto no va a terminar nada bien -Suspiro- No -sacudió la cabeza- tengo que confiar en la Señorita Aqua." A regañadientes acepto, pues nada podía hacer mas que esperar que las cosas fueran bien.

El ambiente cambio, ahora una en antaño fabrica rota y abandonada, dominada y asediada por la naturaleza con múltiples raíces corroyendo las paredes exteriores junto a los alrededores. "Que lindo..." Aqua exclamo con sarcasmo, con vestimenta mas acorde al lugar en el que se encontraba hablo. Vistiendo un simple chándal de colores azules, una gorra de color amarillo brillante y el cabello suelto, se adentro en la fabrica con la menor de las prisas mientras murmuraba una tonada alegre.

La mujer ya dentro de la fabrica camino sin preocupación ni miedo, pavoneándose y dando ligeros brincos de vez en cuando. Después de minutos de caminata se encontró una puerta doble de metal soldada entre ambas puertas.

En la puerta escrito con pintura roja decía. Abandone toda esperanza aquel que entre aquí." La mujer solo atino a bufar con diversión y soltó una ligera risa. "Que dramáticos eran tus creadores." Hablo a la nada calmándose de la mofa hacia los dramáticos seres inferiores.

Aqua simplemente apunto con el dedo al centro de la puerta y disparo un chorro de agua a presión Tssss fue lo que se escucho mientras Aqua eliminaba lo que la impedía acceder a la cámara contigua. Cuando la soldadura fue eliminada Aqua con sus manos empujo la puerta, con algo de esfuerzo logro dejar una abertura lo suficientemente grande como para que ella pudiera pasar.

"Uff, malditos humanos y sus malditas puertas exageradamente pesadas..." Aqua bufo mientras recargaba sus manos en sus rodillas y mirando al suelo, después de unos segundos alzo la vista, a pesar de la clara falta de iluminación en la habitación Aqua logro ver lo que había venido a buscar junto algunas cosas extra.

"Hola guapo..." Hablo Aqua mientras se iba acercando a la posible solución a sus problemas. "Hecho para destruir a los que destruyeron el planeta hace años, ligero y poco duradero pero, ese no es un problema para ti ¿Verdad?" La mujer acerco su mano a la boca, temblando rápidamente mordió su mano "AUCH" dejando escapar un chorro decente de sangre junto a un quejido de dolor "Debí de haberlo pensado mejor" Aqua se lamento en su cabeza, pero rápidamente dirigió su atención a lo que estaba frente ella, recorrió la cabeza con forma de cámara de seguridad modificada con sus manos mientras miraba la lente de este, de lo que ahora se puede ver es una maquina, ligeramente humanoide, muy delgada y de baja estatura con ocho protuberancias de color azul en la espalda, apagada y retenida por múltiples cables conectados en diversos lugares.

"Mientras haya sangre podrás recuperarte ¿Verdad?" La mujer observo con deleite el como su sangre era absorbida por el metal, no paso nada en un principio, pero la mujer espero.