Que tus males sean pocos y tus días muchos.

4.

"Esa misión no esta disponible para ti eres nivel uno." El hijo del hombre aun cubierto por el manto se mofaba con un tono de voz agudo saliendo de su laringe de metal por la indignación "¡Yo debía terminar la guerra!" La maquina aumento el volumen de su voz mientras alzaba las manos al aire y pisoteo fuertemente el suelo fragmentando ligeramente el concreto.

 "Papi, ese señor me da miedo..." "QUE DIJ-" V1 miro con molestia a un niño de ojos morados, cabello rubio grisáceo y piel pálida con colmillos superiores sobresalientes hablo a un hombre que era la versión del niño en adulto con ligeros cambios, ojos morados que denotaban pereza y tranquilidad, dientes normales, cabello grisáceo corto y una voz que grave y rasposa que al poco de escucharla suena ligeramente desagradable. Vistiendo ropajes que mostraban un estatus superior al promedio, sobresaltando unos goggles de lente morado en la frente junto a un objeto desconocido para este mundo escondido en una funda cerca de los bolsillos del pantalón.

"Henshin Scarlet respete." El hombre molesto le dio un zape con poca fuerza a su hijo, el niño se cubrió la cabeza por el dolor y miro a su padre con pena "Perdón por mi hijo, su Madre es muy permisiva con el." V1 miro a padre e hijo por unos segundos, fijo su vista en el niño quien ahora se veía arrepentido "No hay problema..." Hablo en un tono plano y calmo "¡Gracias señor!" El niño hizo una reverencia junto al padre y ambos se fueron.

V1 siguió su camino hacia la salida de Axel, la atmosfera del pueblo era tranquila y movida, personas trabajando en puestos vendiendo cosas varias de izquierda a derecha, múltiples guardias al alba para evitar cualquier desgracia, niños viendo con admiración a los guardias o jugando con otros niños.

Encontró a los guardias y pidió indicaciones hacia su misión. Rápidamente le indicaron el lugar, agradeció a los hombres y siguió su camino.

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V1 caminaba en dirección a una llanura infestada de sapos "Sapos..." Cerro sus dedos de metal formando puños. "Sapos gigantes..." Hablo ya mas tranquilo en el momento, soltó la tensión en sus dedos y dejaba reposar su mano. "Que los llevo a tener tal tamaño?" Se pregunto mientras desde sus alas sacaba su revolver apretando el gatillo y manteniéndolo presionado con su dedo índice. "No importa, son una plaga." Apunto con su arma al sapo que se dirigia hacia otro.

El sapo estaba teniendo una mañana tranquila, se desperto y se dispuso a comer, hoy era la temporada de apareamiento por lo que el esperaba tener suerte con alguna sapa por ahi, el no dudaba de sus capacidades, era mas alto, fuerte y en general mejor que los demas sapos.

Desde muy chico su familia le inculco el reproducirse para mantener la supremacía de los sapos sobre los demás monstruos de bajo nivel, lamentablemente el no tenia los rasgos ni las herramientas para reproducirse por un largo tiempo.

Por lo que el se dispuso a cambiar, mejores hábitos alimenticios, entrenar, ser un miembro útil en la sociedad sapia entre muchas otras cosas.

En su camino hacia la reproducción se encontró con incontables aventureros que cayeron ante el, en un inicio fue un esfuerzo tremendo seguirle el paso a uno, pero con los años fue tan sencillo como saltar y aplastarlos con su increíble fuerza.

El creía firmemente que, de entre todos los monstruos de nivel bajo y la biología el era el único digno de mención, años de entrenamiento y sufrimiento para este momento, el sapo débil e inútil de en ese entonces desapareció, ahora quedaba el fuerte, ágil y duradero los aventureros lo llamaban El Rey de lo Sapos por su increíble nivel y capacidad de pelea.