Capítulo 7

1 0 0
                                    

Por suerte no se percataron del trozo de tela del vestido de Miya.

Cuando por fin se fueron conseguimos respirar tranquilas y fusile a Miya inmediatamente por dañar el vestido.

-¿Qué?

- ¿En serio me lo preguntas? ¡Acabas de cargarte el vestido que hice especialmente para ti!

- Oh..., lo siento, es que...pensé que queraria... ¿cool?- dijo mientras encogia los hombros.

Sacudiendo la cabeza me levanté y aún enfadada...le estendí la mano para ayudarle. Ella sonrió y la agarró. Ya levantadas empezamos a caminar poco a poco otra vez fuera del pueblo, pero esta vez, no nos pasará nada.

Cuando ya sentiamos que estabamos lo suficiente lejos de la aldea, Miya empezó a hablar. Ya tardaba la cotorra.

- Sigo sin entender cosas.

-Diras más bien que no has entendido una puta mierda.

- Efectivamente, ¿por qué somos guardianas?, Tú ibas a ser la próxima Jefa Arbolada y yo tu cocinera personal. Habria intentado envenenarte de diferentes formas.

- Wow, cuanto me quieres.- comenté sarcasticamente.

- Lo se, se nota demasiado. En fin.

Seguimos debatiendo del por que habían cambiado nuestros roles, y de lo que habían dicho las guardianas sobre nuestras "madres", ya que las habian llamado: "protectoras". Y había especificado, que la mia, era realmente la de Izumi..., entonces, ¿por qué era yo quíen se quedó con ella?

Habían muchas preguntas y ninguna respuesta. ¿Qué más secretos nos esconden? ¿Tendrá algo que ver los límites de la aldea?, ¿Porqué yo vivia con la mare de Izumi?, ¿Mi madre real estará en la aldea?, ¿Porqué no me quiso?

Mientras me hacía mil preguntas en mi cabeza, Miya me agarró el bazo suavemente y con un movimiento de cabeza me dijo que teniamos que irnos. Esperamos a que las guardianas se fueran y poco a poco nos adentramos en la profundidad.

No se cuanto tiempo estuvimos caminado, intentando no hacer ruido y aún así, el sonido de las hojas aplastandose debajo de nuestros pies no se callaba por más delicado que pisaramos. Cuando ya llevabamos un tiempo Miya empezó a hablar.

- Y, bueno supongo que no vamos a volver...

- Yo no.

- Ahora tenemos que valernos por nosotras mismas...

-Perfecto, como si no o hubiera estado haciendo toda mi vida.

- ¿De verdad no tienes ni si quiera unas diminutas ganas de volver?

Paro en seco y noto como Miya se choca contra mi y se disculpa.

- No, si tu quieres volver, adelante. Pero yo no voy a volver.

- Puff, ¿yo, volver? Naaa... Pero, ¿Por que no quieres volver? Osea, yo tengo mis motivos y tal por que he estado intentando esto durante semanas. Esa es otra, no vale que tú a la primera te hayas conseguido escapar exitosamente y a mi me hayan interferido todas las salidas.

- Buenos, eso tampoco lo entiendo.

- Entonces, ¿no has estado analizando mis salidas para evitar a las guardianas?

- No

- ¿Tampoco has buscado los puntos de guardia y saber cuanto tardan en cambiarse?

- No

- ¿No has intentado saber como confundir a las guardianas? Por que la última vez lo hiciste. Si es que se puede decir.

-No. Eso, ¿qué pasó la última vez que intentamos salir?

Nos paramos y nos miramos desconcertadas. Sabiamos que habiamos salido. Y avanzamos por el bosque. Lo sabemos. Lo que si no sabemos, es lo que paso despúes de que nos durmieran. Y lo más raro fué que acabamos en nuestras respectivas camas. También he de decir que desde entonces me siento más rara... y debíl.

- Tengo hambre.

- Enhorabuena.

- Oye, ¿qué te pasa? Últimamente estas muy borde.

- ¿Y qué quieres que haga? No puedo... un momento. ¿Has salido de tu casa, sin comida ni bebida?

- ¡Claro! Todo ha sido muy repentino.

- Tú...- me llevo las manos a la cabeza maldiciendola mentalmente.- Te juro que te dejaba morir de hambre.- le respondo mientras le tiraba un bocata a la cara.

- ¡Au!,- lo mira, me mira y reponde- ¿gracias?, ¿De qué es?, ¿Carne?, ¿Vegetal?, ¿Queso?

- De tomate y aguacate.

- Que bueno, pero, esto no te gusta a ti. ¿Por qué lo tienes?

- No se, se me habrá colado.

No se cuanto tiempo pasó, necesito un reloj solar de esos que se cuelgan al cuello... Sin darnos cuenta llegamos a un claro donde habia un rio y piedras. Miya se fue a sentar y metió los pies en el rio mientras yo me acomodé en una piedra y me organicé la mochila. Tengo cosas que no cogí. Las miro un poco extrañada ya que no me acuerdo de haberlas puesto ahí, y muchas de estas cosas son inservibles. Como un trozo de madera roto y quemado.

- ¿Para qué coño quiero yo esto?

- Wow, sabia que eras precabida pero por que necesitariamos una madera quemada, si parece ya usada.

- Lo sé, y esto yo no lo puse. Me refiero. Está todo lo que metí pero, hay muchas cosas que yo no puse y no les veo uso. Como este cuchillo.

- Sí al menos no fuera para la mantequilla. ¿Te imaginas "mantiquear" a las guardianas?

- ¿"Mantiquear"? Se nota que te lo acabas de inventar.

Miya se rie por lo bajo y se vuelve a meter en el agua. Yo por otra parte, separo las cosas que sabia que tenía de las que han aparecido. Cuando ya llevabamos un buen rato Miya vino con cinco o seis peces. Mi cara reflejaba exactamente lo que estaba pensando y Miya lo dijo.

- ¿Qué? Me estaba divirtiendo pero ya tengo hambre. ¿Tienes algo para hacer fogata? La madera rancia nos podría servir por ejemplo. No es tan inutil.

Yo seguia pensando como habia pillado seis peces...y no eran pequeños.

Decidimos hacer la fogata con la madera rancia y un mechero que tenía.
También hicimos uso de unos palos que Miya se encargó de buscar para poner los peces.

Decidimos pasar la noche en ese sitio, no se veía peligroso. Aún así, dije que esta noche yo haría guardia.

Durante toda la noche, me quedé mirando la fogata, la llama era tan tentadora. Era tan reconfortante que quedarme viendola y muy cerca no me molestaba.

Al día siguiente, Miya se pidió llevar la mochila. Desde la salida del sol hasta mediodía estuvimos caminado bajo la sombra de los árboles. Y a mitad de tarde, buscábamos comida y lugar donde descansar, al final nos dividimos las guardias, un día yo y el siguiente ella.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 30 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora