Extrañeza

Mensaje sin llegar

"Te exraño".

Mandé con la poca valentía que me quedaba. Esperé y esperé desesperadamente.

Pero como era de esperarse, por más que las dos tildes de esta aplicación me demostraran la meta, mi mensaje llegó de anteúltimo corredor. El que nadie le presta atención, al que se olvidan y lo dejan de lado.

Otra vez, como tantos días y noches, me encontraba vacío, lastimado e incrédulo. No la reconocía, yo ya no creía en la existencia en aquel ser.

Realmente, sí creía en su existencia. Podía verla y admirar su virtuosa imagen, bella como una flor de espinas ocultas. Pero ella, se volvía vacía. Una muñeca hermosa y hueca por dentro.

Seguía su característica aura, pero sabía que allí ya no existía la mística maga que alguna vez me embelezó con su encantadora magia.

• • •

Solo opté por bloquear el teléfono y recostarme en mi sillón, viejo, cansado de aguantar tanto peso. Como yo.

El silencio, el frío y el ambiente vacío de la noche no me gusta. Es a la única hora que no puedo mentirle a mis sentimientos ni a mis propios reflejos físicos.

Últimamente, los ojos me arden y me cuesta abrirlos luego de llorar. Detesto llorar. Detesto todo esto.

Suspiré, me levanté y ojeé por última vez la pantalla de mi celular. Suspiré, siendo el único ruido que se presenciaba; vacío nuevamente.

Estará durmiendo, debería tener paciencia《de nuevo》hasta mañana.