Im just a Gallagher - Shameless

S.1 Casey Casden

- Dios mío está muerto - Dijo Lip levantando una pieza del calentador.

Jano no sabía que parte era, ni por que estaba tan oxidada esa cosa. Ella solo sostenía la linterna rosa alumbrando a su hermano.

- ¿Estás seguro? - le pregunto Fiona sirviendo café.

- La resistencia esta oxidada - 

- SI, la resistencia esta oxidada - le confirmo Lip

- Mi pobre brazo se está cansando - se quejó Jane. 

- Solo estas sosteniendo una linterna - le reprocho Ian - Lip y yo hicimos todo el trabajo pesado, y ni siquiera alumbraste donde tenías que alumbrar - 

- Cállate Ian - Jane enojada, bajo la linterna. 

- ¿Alguien quiere hacer galletas conmigo? - pregunto Debbie viendo a sus hermanos mayores. 

- Yo haré lo que sea que no implique arreglar lo que sea que sea eso - le señalo el gran y oxidado tanque. 

Se puso de pie y arreglo su cabello que se había movido de lugar. 

Lip y Fiona intentaban resolver el problema de la resistencia. 

- ¿Y si hacemos un pastel? - dijo Debbie - Yo empiezo con la base - 

- Ve a ducharte - le mando Fiona 

Debbie podía ser terca, y esta era una de las situaciones en las que podía demostrar lo terca que podía ser - YO, QUIERO, HACER, UN, PASTEL - se subió a un banco para alcanzar la harina. 

Jane se sirvió cereal que estaba en la mesa, y empezó a desayunar, ignorando un poco su alrededor. 

Giro la caja del cereal, y se encontró con la información nutrimental.

380 calorías

80 gramos de carbohidratos

60 de azúcares añadidos 

Dejo la caja rápido, tratando de ignorarlo que acababa de leer. Pero cada cucharada, curiosamente no sabía a miel como decía la caja, sabia a culpa.

- El velatorio es esta mañana, vámonos - apuro Lip a sus dos hermanos. 

Jane tomo su suéter y su mochila, para ir rumbo a la escuela.

(...)

Todo el tiempo estaba ese pensamiento en su mente.  No podía deshacerse de él. Estaba ahí pegado, como si de tatuaje en su piel se tratarse.

- ¿Estas bien, amor? - La voz de su novio la saco de eso pensamientos - Todo el día haz estado rara - 

- Estoy bien - le fingió una sonrisa.

Estaban en medio del patio escolar, había mucha gente, y Jane no pudo evitar compararse con cada una de las chicas que estaba a su alrededor.  Y era un tormento. 

Porque todas estaban mejor que ella. Eran más lindas que ella. Tenían todo lo que ella no. 

Alex no era tonto, veía a la dirección en la que su novia miraba, y notaba la mirada que les daba a esas chicas. 

- Jane, te conozco mejor de lo que tú te conoces - Alex le hablo - Y déjame decirte que para mí eres la mujer más hermosa - su novio le dio un abrazo y un cálido beso en sus labios. 

Pero Jane no quería sentirse hermosa para él, quería sentirse hermosa para ella. Sabía que su novio lo decía para hacerla sentirse mejor, y sabía que Alex la amaba tal y como era. Tampoco iba a negar que sus palabras no tuvieron efecto en ella, claro que le habían provocado una sonrisa en su rostro.