Capítulo 12.

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—Por favor cancela todo lo que deba hacer hoy después de la junta con Sunwol, mañana las retomaré.

—¿Saldrá?

—U-hum, así que puedes irte a las 4.

Jimin asintió con la cabeza, su jefe regresó su atención a la computadora, y unos minutos más tarde volvió a hablar.

—Oye Jungkook.

—Dime.

—¿Por qué me dijiste eso ese día?

—Te pedí que lo olvidaras —le recordó.

—Sí, pero no puedo olvidarlo así nomás.

Ya habían pasado tres días desde la conversación en la azotea, no había preguntado antes porque quería hacer lo que Jungkook le pidió, olvidar, pero su curiosidad era mucha.

—Finge que no escuchaste nada.

—Pero sí lo escuché.

—Entonces no le tomes más importancia y tampoco te preocupes por eso.

—Pero si me preocupa... —hizo una pequeña pausa antes de agarrar valor para decir lo que diría—. ¿Acaso yo te gusto?

Ante tal pregunta, Jungkook dejó de presionar el teclado y apartó su vista de la pantalla para ver a su asistente.

—No voy a negar que eres lindo, bonito, agradable, inteligente, responsable y muy trabajador...

Las mejillas de Jimin se empezaron a teñir de un color carmesí, él lo sintió, bajó la cabeza y tocó su mejilla izquierda con el dorso de su manita, se preguntó al mismo tiempo porqué se estaba sonrojando. Incluso sonrió contento por lo que escuchó.

—Pero respondiendo a tu pregunta...

Jimin alzó la cabeza y miró a Jungkook nuevamente, aún manteniendo esa bonita sonrisa en sus labios.

—No, no me gustas —aclaró con sinceridad, remarcando con la 
voz ese: "no me gustas".

Era una respuesta que Jimin ya esperaba, sólo que al oír primero los halagos y al último: "no me gustas", sintió un ligero pero significativo dolor en su pecho pese a que Jungkook lo dijo de la manera más amable posible.

—El matrimonio es algo que necesito.

—¿Qué necesitas? —inquirió y su jefe asintió con la cabeza—. ¿Por qué necesitas hacer algo como eso?

—Verás...

"Unos días atrás.

Tras llegar a casa del abuelo, éste ya lo estaba esperando en la sala de la casa. Pero no estaba solo, a su lado yacía Choi Seojun. Era el abogado de la familia e íntimo amigo de su abuelo. Él tenía la edad del señor Hongseok, poco más de 70 años.

Tras saludar a ambos se sentó junto a su abuelo.

¿Qué ocurre? —inquirió Jungkook con una media sonrisa.

—Voy a dar lectura a la última voluntad del señor Jeon Juwon —dijo sacando los documentos de su maletín para poder iniciar cuánto antes.

La sonrisa de Jungkook se borró de sus labios.

—¿Cómo que la última voluntad de mi padre? —preguntó a su abuelo, sin embargo no recibió respuesta—. No entiendo.

Dejo mis inmuebles —empezó a leer—, incluida la mansión, la fundación, todo el dinero en efectivo y legado al heredero todas las acciones de las empresas filiales del grupo J y N, además le confío la presidencia de la agencia de publicidad al mismo —hizo una pequeña pausa—, el cual será mi único hijo, Jeon Jungkook.

creatura del luna › kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora