Capítulo 10.

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El señor Jeon revisó el chat de su nieto en su teléfono, buscando un mensaje que le avisara que no llegaría a dormir, pero no encontró nada. Se preocupó al ver que sus mensajes habían sido vistos, ya que no era normal que Jungkook no avisara que no llegaría, y aún más extraño que no llegara a casa. Intentó llamarlo varias veces, y después de un largo rato, finalmente logró que le contestara.

—¡¿Dónde estás, hijo?! ¿Por qué no pasaste la noche en casa? —preguntó apresurado.

Disculpe, no soy él.

—¿Quién es y por qué tiene el teléfono de mi nieto? ¿Dónde está él?

Lo que pasa es que él sigue dormido.

—¡¿Que sigue dormido?! —alzó ambas cejas y se quedó mirando a Sara con una sonrisa de sorpresa, con la mirada le decía que estaba bueno el chisme.

Ella se acercó y el señor Hongseok acomodó el teléfono entre ambas orejas para que pudieran escuchar con claridad.

Sí, él sigue dormido.

—¿Usted está a su lado?

Podría decirse que sí está mi lado.

✧✦✧

El teléfono seguía sonando en la mesa, pero Jungkook no lo escuchaba, fue Jimin quien se despertó por el ruido y pensó que era su teléfono, pero al darse cuenta de que no era, no le dio importancia porque se estaba haciendo tarde.

En cuestión de minutos, ya se había vestido y estaba preparando el biberón para su bebé. Tenía todo a mano en la habitación para no tener que ir a la cocina cada vez que la bebé necesitaba comer. El bote de leche estaba casi vacío y apenas sería suficiente para ese día.

—Pasaré a comprar cuando regrese del trabajo —dijo luego de ponerle la tapa al bote. Con el biberón listo regresó a la cama, ya eran las 7:50 am y Ayla todavía seguía dormida—. Supongo que estás durmiendo tan bien que no quieres despertar —se alejó quedando sentado nuevamente—. Creo que yo también estaba descansando muy bien y por eso me levanté tarde.

A pesar de estar descansando, tenía que darle de comer; estaba a punto de darle el biberón cuando escuchó nuevamente el sonido de un teléfono, lo que confundió a Jimin. Abandonó la habitación y, persiguiendo el sonido avanzó por el corto pasillo, pero se detuvo de golpe

—Ay Dios —en el momento en que dio un salto hacia atrás al ver a alguien acostado en su sofá, se dio cuenta de que era Jungkook y el miedo desapareció al instante—. ¿Cómo se me pudo olvidar?

Continuó avanzando hasta llegar a la sala, donde el teléfono negro sobre la mesa no dejaba de sonar.

—Conque era el tuyo —susurró y dirigió su mirada hacia su jefe, quien yacía boca arriba, cubierto de pies a cabeza y con el cuerpo girado. Intentó levantarlo, pero no logró su cometido, mientras el teléfono continuaba sonando.

Era su abuelo quien marcaba así que decidió agarrar el teléfono y aceptar la llamada. Intercambió algunas palabras con Hongseok y éste le preguntó si estaba al lado de su nieto.

Jimin volvió a mirarlo, se había destapado el rostro, tenía su brazo derecho por encima de su cabeza y el otro sobre su abdomen, su cabello estaba muy alborotado y algunos de sus rizos estaban en su frente.

—Podría decirse que sí está a mi lado.

—¿Pero quién es usted?

—Antes que nada déjeme decirle que su nieto está bien —aclaró ya que al inicio había percibido la angustia del señor Jeon—. No sé si se acuerda de mí pero soy el asistente de su nieto.

creatura del luna › kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora