1-La academia de magia de Valoria

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Es de día, el sol calienta mi piel y trae consigo brotes de sudor. Me distraigo observando los pájaros, su canto es dulce, como la nana que una abuela afectuosa brinda a sus nietos.

"Alex, deja de distraerte y ayúdame a sacar las malas hierbas."

Sacudí la cabeza en señal de aprobación.

El chico que habló era mi hermano William, alto, fuerte y amable, el modelo perfecto de hermano mayor. Compartía los rasgos predilectos de su padre George: una marcada mandíbula, ojos verdes y un brillante pelo rojizo. Su edad por ese entonces rozaba los 15.

Por otra parte, mi nombre es Alexander. Pertenezco a la familia Frostgale, unos campesinos residentes en Alora, un pequeño pueblo al sur de Valoria, la capital del reino humano.

"Hermano, hoy me enseñarás magia."

"¡Solo si sacas las hierbas! Después de todo, aún tienes que despertar tu afinidad elemental."

Era cierto. Mi hermano desde pequeño era todo un prodigio. Pese a ser hermanos, aún no había logrado acercarme a él. William, a la corta edad de 8 años, logró despertar su dominio del fuego. No obstante, a mis 10 años de edad, seguía sin poder materializar una simple brisa.

Las siguientes horas fueron agotadoras, principalmente por el hecho de ser a plena mañana, ¡pero el incentivo lo valía!

"Supongo que es todo por hoy."

"Entonces, ¿me enseñarás más sobre la magia, hermano?"

Sonrió y me llevó hasta el lugar de práctica habitual. No era más que un árbol donde nos refugiábamos del calor, pero yo le tenía cierto aprecio, pues ahí oía historias que me relataba William, incluso me explicaba los fundamentos de la magia elemental.

"¿Conoces las diferentes razas?"

"Existen cuatro razas, hermano: humanos, elfos, enanos y semihumanos."

Levantó el pulgar en señal de aprobación.

"¿Sabrías decirme las magias elementales afines a cada una de ellas?"

Giré la cabeza en señal de negación.

"Alex, las magias elementales se nutren del maná natural. Por ejemplo, los enanos al vivir en montañas tienen magia elemental relacionada con la tierra."

"¿Entonces, los elfos pueden usar magia de agua y viento porque viven en el bosque?"

"Correcto. Por otra parte, los semihumanos son salvajes, solo piensan en matar y saquear, por ello no usan magia y pelean usando espadas u otro tipo de armas físicas."

Por esos tiempos existía una gran cantidad de racismo por parte de los humanos hacia los semihumanos, pero al tener solo diez años no lo percibía.

"Los humanos son afines al fuego, pero también a otras magias. En mi caso, puedo utilizar fuego y aire, lo que me permite fusionarlos para crear un fuego más potente."

"¡Eso es impresionante, hermano! ¿Y qué hay de los espíritus y los demonios?"

"Los espíritus no son más que leyendas, y los demonios se extinguieron hace más de 500 años."

Desde temprana edad había escuchado historias sobre un valeroso héroe que derrotó al Rey Demonio, pero no escuché nada sobre la extinción de los demonios. Al contrario, la abuela siempre contaba historias de su juventud en las que afirmaba haber encontrado demonios vivos...

"Chicos, dejad de contar cuentos y venid a comer."

Quien pronunció estas palabras fue Ellie, mi hermana mayor, más pequeña que William. Era la versión opuesta de este último y de mí. Tenía rasgos finos, iguales a los de mi madre, Bianca: pelo rubio y ojos marrones claros, algo así como el color de las avellanas.

"Tienes solo 13 años, no me digas qué hacer."

"William, no seas arrogante. Tu magia es la peor de todos."

"Alex, sé honesto, ¿quién de los dos es mejor?"

Tragué saliva, sintiendo la presión de sus miradas.

"Ehm... yo creo que ambos tienen sus puntos fuertes."

William cruzó los brazos, mientras que Ashley rodó los ojos.

"Qué diplomático, Alex," dijo William con un tono sarcástico.

"Está bien, dejémoslo. Tenemos cosas más importantes de qué preocuparnos," murmuró Ashley al ver que no íbamos a llegar a ninguna parte. 

Esta discusión algo infantil era recurrente en la familia Frostgale, aunque me parecía algo cómica, sorprendentemente estrechaba los lazos entre nosotros.

Siempre se vieron como rivales en el dominio de la magia. Ellie desarrolló una poderosa magia de viento a la edad de 10 años, y recientemente descubrimos que tiene la capacidad de usar magia curativa, ¡igual que Bianca!

Nos sentamos a la mesa atónitos. Ante nosotros se distribuía un banquete propio de la más alta burguesía.

Padre llegó, se sentó y pronunció las siguientes palabras:

"Hijos, hoy celebramos algo muy especial: William ha sido aceptado en la academia de magia de Valoria."

La reacción de los tres hermanos fue la misma, estábamos sin palabras. La academia de magia de Valoria es la más prestigiosa de Eldoria, el reino de los humanos.

"¡Lo he conseguido!" gritó William eufóricamente.

"Felicidades, hermano. Y pensar que hace nada no eras más que un crío."

Esto último lo dijo Ellie con un tono bastante satírico.

"¿Hermano, cuándo te marcharás?"

"Pronto, Alex, pronto..."

Debería estar alegre por mi hermano, y lo estaba, pero solo de pensar en su partida me llegaba un sentimiento de nostalgia, de vacío...

La cena siguió sin muchos detalles, excepto que Ellie advirtió a William de ser precavido, ya que en unos años ella iría también a la academia de magia de Valoria.

William no tardó en marcharse. El viaje constaría de dos semanas. A madre le preocupaban los bandidos, pero William aseguró que era un genio después de todo y que no tenía nada que temer.

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El Despertar de los HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora