▪︎▪︎▪︎♡Conflict of feelings♡▪︎▪︎▪︎

That hurt

En medio de la caminata hacia el árcade, los dos estaban en silencio, uno al lado del otro, con una clara tensión en sus pasos.

Aún tenían unas profundas diferencias y un largo historial de discusiones y peleas entre ellos. Sin embargo, la promesa de pasar un buen rato en el árcade hacía que ninguno de los dos mencionara nada de eso en este momento.

-Entonces... Senpai, ¿uh?...- Zakk intentaba empezar una conversación para romper el hielo.

-No me llames Senpai fuera de la escuela, nunca me gusto el apodo realmente... - Eso dejo algo desconcertado a Zakk ¿No era su nombre? Hasta había escuchado a algunos profesores llamarlo así.

- ¿No te llamas Senpai? Aunque ahora que lo pienso, no creo que alguien estuviera tan loco como para llamar a su hijo "Senpai"- Soltó una risa en tono burlón, codeando al rubio.

- Eso es una excusa para no saberte mi nombre- Guardó las manos en los bolsillos de sus pantalones mirando al piso. - Fuera de la escuela... llámame Evan, ¿sí?

- Cómo quieras... Evan... pfff te queda mejor Senpai, eh.

La conversación se había aligerado, ahora hablaban un poco más en confianza, aunque con cierto recelo uno del otro.

Tras unos minutos de caminar por la zona, los dos terminaron en un árcade que se encontraba dentro de un centro comercial.

Zakk agarró rápidamente a Senpai del brazo para pasar su tarde de "reconciliación". El lugar estaba lleno de luces neones y varios juegos, pero tanto Senpai como Zakk tenían claro lo que buscaban. El lugar era alegre y vibrante, lleno de juegos de toda índole. El sitio está repleto de colores, luces intermitentes y sonidos de todas clases. Ambos recurrieron el sitio, sus ojos brillando con emoción ante la variedad de juegos dispuestos allí, discutiendo por cuál sería más divertido para probar. Finalmente, se deciden por un juego de carreras y comienzan a competir entre ellos, riendo y burlándose amistosamente mientras intentan ganar.

- ¿¡Cómo eres tan bueno?!- Se quejó el castaño al ver como Senpai le ganaba.

- Ah... lo sabía, no tienes oportunidad frente a mis habilidades en los videojuegos, ¡soy demasiado bueno para competir contra novatos!

- Pfff ¡eso solo fue suerte! La próxima vez te ganaré de seguro

Jugaron varias veces y siempre con el mismo resultado, para aliviar la tensión fueron a probar otros pasando una tarde realmente... agradable. Se sentía bien la compañía del otro y no había mejor forma que terminar la tardé con una hamburguesa.

- Bro, cálmate, nadie te la va a quitar~ - Le era divertido ver como el rubio autotune, devoraba su hamburguesa de forma desesperada manchándose la boca.

- Dios, estaba muriendo de hambre...- Se limpió la boca con la servilleta soltando un suspiro satisfecho - Comes muy lento- estiro su brazo agarrando algunas de las papas de Zakk comiéndolas.

- ¡EY! Son mis papas fritas

- Yo pagué ~

El castaño dio un sorbo a su bebida rodando los ojos - La próxima puedo pagar yo- Sin darse cuenta ya se trataban de forma amistosa planeando sus próximas salidas.

El sentimiento que Senpai tanto intentaba reprimir volvía a latir dentro suyo, haciendo que sus mejillas se sonrojen y riera por cada estupidez que Zakk decía, esos momentos en los que era feliz y podía hablar de las cosas que le gustaban y apasionaban sin alguna mirada decepcionada o juzgándolo por no ser lo que esperaban. Era una de las razones por las que ya no intentaba algo con alguna de sus fans, cada vez que les platicaba de su pasión por los videojuegos y que no era el chico totalmente perfecto que ellas esperaban.

Ahora era totalmente diferente, sabía que la situación no era la misma y no debería estar comparando, pero la sensación de alivio y calidez que compartían lo hacían sentir demasiado bien, esperaba, no, rogaba que Zakk sintiera lo mismo. Poder compartir muchos más momentos así, no quedarse solo o perder esa felicidad.

Talvez no sería mala idea meditar sus sentimientos o pedirle ayuda a Monika con sus líos amorosos. Pudo haber seguido en sus fantasías y pensar en un montón de escenarios posibles, pero fue devuelto a la tierra por un golpe de Zakk en su cabeza, ya que hace rato que no le contestaba y parecía que estaba congelado.

- Por fin despiertas -Escucho el quejido de dolor de Senpai y como se levantaba del asiento -Estoy segurísimo que no me escuchaste ni la mitad de las cosas que te dije.

Y razón no le faltaba, por estar tan metido en sus fantasías, no presto atención a nada de lo que dijo. Se sonrojó intentando poner expresión irritada para disimular.

-Es que tu cháchara me dio sueño, mejor ya me voy a mi casa... ganarte tanto me cansa.

-Deja te acompaño, probablemente sin mí te asalten- Se ofreció y Senpai por supuesto que no rechazo su oferta.

La caminata de regreso se sintió mucho mejor a comparación de como fueron, ahora estaban en un silencio nada desagradable que a veces rompían con pequeños diálogos amistosos o quejándose de algún profesor.

- Bien principito, aquí te dejo. Nos veremos mañana. - Fue agarrado del brazo por Senpai quien tenía una expresión avergonzada.

- Oye Zakk, hoy la pasamos genial, no te parece que sería mejor ser... ¿Amigos?

Sus ojos brillaban esperando una respuesta positiva, ignorando ya el frío viento que rompía un poco con la escena que montaba.

- Amigos, ¿eh?... solo que, ¿no te parece mejor seguir como estamos? Lo admito, la pase bien, pero ambos tenemos una reputación que mantener y... cambiar las cosas no suena divertido.- Le sonrió de forma desinteresada alzándose de hombros.

Lo soltó retrocediendo un paso mirando al piso. Las razones que le daba sonaban tan estúpidas e infantiles que buscaba algún rastro de broma en su rechazo de... amistad, si no podía alcanzar ni ser su amigo menos una relación seria.

-Nos vemos Zakk- abrió la puerta de su casa mirando al chico para despedirse con su mano.

Se miraron unos segundos y luego el ruido de la puerta cerrándose.

-Aunque fue una bonita cita... Evan- pensó Zakk en voz alta dándose la vuelta para caminar a su casa.

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