Capitulo I

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Estoy a punto de sufrir un infarto. Miró al bebé que tengo frente a mí, y no puedo sostener la mirada el suciente tiempo para observar su faciciones y reconocer el sexo, los llantos y los gritos que emite está a punto de reventar mis oídos, mis manos sudan, y siento que la mascara me esta quitando la capacidad de respirar.

—Escucha, no puedo cuidar de él. — la voz chillona de la mujer hace que vagos recuerdos de quien es invadan mi mente, pero aun no soy capaz de recordarla al cien por ciento.

—Escucha tu. — mi voz suena débil. — no tengo idea de quién eres y porqué estás aquí, con ese niño. — señalo al portabebé que está frente a mi.

— Mira Kakashi, no me recuerdas, pero yo a ti sí, como ya te dije.- me señaló con su dedo índice. — nos conocimos en la reunión de kages en la aldea del oculta de la nube, nos embriagamos y tuvimos sexo, bastante sexo y de esa noche nació ese bebé, pero como ya te dije no puedo hacerme cargo de él.

Su largo cabello rubio detona en mi, recuerdos de la reunión, ¿me embriague? creo que sí, pero no recuerdo el sexo, nunca tengo sexo ebrio y menos con una prostituta, nunca olvido el preservativo. Vuelvo a ver al bebé que llora con la fuerza de una tormenta, observando detenidamente noto que su cabello es color plata como el mio y el de mi padre, sus ojos son negros y profundos como los míos. Definitivamente es mio y con esa afirmación mi pecho duele y la falta de respiración se hace más profunda. Pero no puedo con la sorpresa, soy un idiota. Solo tenía una cosa que hacer, poner el maldito condón y todo esto no estaría pasando.

Los llantos no cesaban. Posiblemente sus pulmones deben doler después de llorar por tanto tiempo.

— Escucha, reconoceré al niño y me haré cargo de él. — puedo escuchar mi corazón martillar fuerte y seguido en mi pecho .- No te hará falta nada y absolutamente podrás dejar ese trabajo.

— Escúchame tú a mi. — se puso de pie. — No necesito tu dinero, y no quiero al bebé, solo me causa problemas, y me gusta mi vida, no quiero cambiarla.

— No puedes dejarme a ese bebé, ¿qué demonios haré con él?. — mi propia saliva se atora en mi garganta.

— Ese no es mi asunto. — tomó su bolso. — se que estará mejor contigo que conmigo, no soy buena con los bebés, y soy una prostituta, creeme eres su mejor opción.

Ella caminó hasta la puerta sin mirar atrás, sin una pizca de arrepentimiento no tembló al tomar puerta y salir, ni siquiera su nombre me dio Ahora estoy solo con un bebé que no para de llorar. No se que pasó conmigo, no tuve el valor ni la fuerza para decirle que no, me quede congelado.

Tomó el portabebé y trato de arrullarlo, sin mirarlo, pero no deja de llorar, me pregunto cómo le hizo mi padre para ser un ninja y un padre atento conmigo. El llanto de pronto se hace más ligero, y pequeños suspiros salen de su boca, no tengo idea si eso es bueno o malo pero creo que Sakura sabrá qué hacer. Saco del portabebé al el pequeño bulto y salgo por la ventana, brinco los techos, rezo para que Sakura aun este en su oficina, pasado mañana se irá con Sasuke, a recorrer el mundo, dejara el hospital y la aldea. Pero sí de verdad este bebé es mío y estará bajo mi cuidado espero que ella y solo ella pueda verlo antes de partir.

Llegó hasta su ventana y logró verla acomodando unas cajas, últimamente su semblante está decaído, y con unas ojeras bajo sus ojos, está más delgada que antes. Lo sé porque su bata cuelga de sus hombros, signo de que está perdiendo peso y llega a mi mente que Tenzo hace unas semanas me dijo lo mismo...

— Senpai, ya que hemos terminado con los pergaminos, hay algo de lo que me gustaría hablarte. — Tenzo acomodo los últimos pergaminos en la caja y se puso de pie.

— Dime. — me quite mi uniforme de Hokage, parecía por su tono de voz que me diría algo importante.

— Es sobre Sakura. — inmediatamente me puse alerta.

— El dia de ayer acudi al hospital por los informes médicos de ANBU, para comenzar el entrenamiento de Sai como líder, pero... — hizo una pausa larga — No se como decirte esto, pero note que Sakura estaba distraída, tenía una ojeras bastante grandes y la vi más delgada de lo usual.

— ¿Estás seguro?.

— Si, lo cual es raro, incluso confundió ciertos papeles, Senpai. — volvió a tomar asiento y se acercó aún más a mi escritorio. — No creo que sea bueno que se vaya con Sasuke, Sai y yo no estamos de acuerdo, se que Naruto está feliz, pero...

— Escucha. — lo interrumpo antes de que continúe — Esa es una desicion de ella y de nadie más es lo que siempre quiso y no podemos hacer nada. — no podía admitir en voz alta que una parte de mi no quiere que vaya, no solo por el hospital sino porque no me fio aún por completo de él — Pero tomaré en cuenta tu observación y hablaré con ella.

La conversación hace eco en mi mente y me maldigo a mi mismo por no haber hablado con ella, pero el trabajo de actualización de la aldea me ha mantenido ocupado.

El llanto ha cesado, pero aún hay un pequeño suspiro parecido a una tos que brota de su garganta. Toco con mis nudillos la ventana, otra alerta se despierta en mi, Sakura no sintió que estaba aquí. Ella no es rastreadora, pero sí es capaz de detectar presencias a su alrededor.

Levanta la vista y me sonríe, se acerca poco a poco para abrir la ventana.

— Hola Kakashi sensei, ¿qué lo trae por aquí?. — camina hacia atrás lo suficiente para dejarme pasar.

— Te necesito.

— ¿Qué pasa? .- su vocecita sonaba distante, y no capto que traigo a un bebé en mis brazos.

Extiendo al bebé hacia ella, el impacto hace que retroceda hasta golpearse en su escritorio ya vacío.

— ¿Qué? . — es todo lo que logra articular.

— No lo sé, estoy igual de sorprendido que tú. — Sakura toma al bebé, antes de quitármelo alcance a ver algo bajo las mangas de su bata. — Esta mañana una mujer vino a dejarlo a mi oficina, dijo que era mío y eso es todo, se fue y lo dejó. Omito que es hijo de una prostituta. Jamás podría hablar de esto con ella un poco por vergüenza y otro porque... no sé.

— Debo revisarlo porque está muy delgado. — caminó hasta su camilla y lo recostó. — Podría pasarme la caja azul por favor.

Le extendí la caja y comenzó a revisarlo con un sin fin de aparatos, le explicaba qué era lo que estaba haciendo, dudo que el bebé pudiera entenderla, pero la observaba atento a cada moviendo, sus ojos iban a donde ella iba, si ella iba a la izquierda, giraba su cabeza para no perderse nada, ese era el efecto que ella causaba en todos.

— Kakashi sensei. — tomó al bebé. — Está un poco desnutrido, debió ser prematuro, escucho algo extraño en su corazón y debo realizar más estudios.

— Por supuesto lo que creas necesario. — mire cómo se fue con el bebé en brazos.

Al quedarme solo me tire al suelo, nunca pensé en tener hijos, nunca imagine mi vida así, yo era un ninja de konoha, alguien dispuesto a ir a la guerra por defender a su aldea, a su pueblo, ahora que soy hokage, mi vida no solo es mía, es de la aldea.

Tocan la puerta y me sacan de mi transe.

— Hola lord hokage, soy la asistente de la doctora Sakura, me dijo que estará toda la noche en observación con el bebé y que le dará los resultados mañana por la mañana, si desea ir a descansar lo mantendremos informado si algo sucede.

— ¿Puedo quedarme en la oficina?. — con un demonio, no tengo la fuerza ni siquiera para pararme.

— Por supuesto.

Invoco a Pakkun y lo envió a buscar a mi equipo siete. En estos momentos, los necesito aquí. Necesito que me escuchen. 

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⏰ Última actualización: Nov 06 ⏰

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Kakashi Hatake: mil memoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora