Amable olvido [USA x Colombia]

9.

—No lo mires a los ojos
—Qué?

Pero Colombia no tuvo tiempo de procesar la advertencia porque USA tocó el timbre y al instante alguien abrió la puerta. Era una sirvienta que lo miró con un poquito de pena y los guio al salón

USA sostuvo su mano mientras avanzaban, Colombia sintió su garganta seca por los nervios y no pudo centrarse en las fotografías varias que retrataban a los herederos del gran reino

El peligroso reino

Un Omega que se manchó de rojo para sobrevivir

Eso es lo que se decía

—Papá no!

Pero Colombia ni siquiera pudo respirar cuando ya tuvo la espada de UK clavada a unos centímetros de su cabeza y fue emboscado por la mirada fría de aquel Omega, a quien superaba unos centímetros en altura pero que parecía un imponente depredador

—Buenas tardes, señor

Se tragó la sorpresa y correspondió al saludo formal. Su padre y la vida lo habían tratado lo suficientemente duro para enfrentar cosas como esa con calma

—No me agradas y posiblemente nunca lo hagas

UK alejó su espada y lo miró con desdén antes de girarse hacia su hijo que parecía más asustado que el propio Colombia

—Papá, por favor! Dijiste que no harías eso! Lo asustarás!
—Si se asustaba por tan poco, es mejor que se vaya de una vez

Colombia respiró profundo y apretó la mano de USA para indicarle que estaba bien. Aunque su alma se le fue a los pies. Podían ser representantes que reencarnaban, pero morir siempre era un problema

—De qué me perdí?

Canadá llegó corriendo poco después y solo allí Colombia se dió cuenta que Australia y Nueva Zelanda estaban en el salón mirándolo entre risitas

—Hizo lo de la espada —Australia rio bajito
—Ay no! Me lo perdí —Canada entristeció—. Papá lo puedes hacer de nuevo?
—Can! Cállate! —USA lo miró feo
Colombia respiró profundo. Iba a ser una tarde muy larga