El chico amantes de las estrellas, admirando a una de las más bellas, quien diría que esa estrella se convertiría en el amor de su vida.
Este fic va a ser todo bien feliz, miel, amor, empalagoso, que te va a adar diabetes, xq, tengo muchos de suspen...
-Es mucho café, cariño-hablo Kelly, quien era la ahora ex de Max, a lo que recibió una mueca por parte de él rubio, a este no le gustaba que su ex le hablara de esa manera, ¿como se atrevía?, si le había sido infiel con uno de sus amigos.
-Si, aja- respondió este sin prestarle atencion, poniéndole otra cucharada de café, era obvio, a este no le gustaba que le dijeran algo sobre el café.
Oh, Max, un joven amante de el café, y claro, de la astronomía, dispuesto a encontrar los secretos más oscuros de esta, cada noche iba a su terraza a ver a las estrellas con un telescopio que le había regalado su madre por su 17 cumpleaños, hace menos de dos meses este había cumplido 17 años, y fue uno de los días más alegres del rubio, pues recibió muchos regalos, entre ellos libros sobre estrellas y planetas, y decoración para su habitación, igualmente, de la galaxia.
Cada noche veía y estudiaba a una sola estrella, a la cual le había apodado "Brillitos", era una estrella hermosa, muy brillante, más que las demás.
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-¡Sergio, deja de cumplir los deseos de la gente!- Regaño la luna a Sergio, quien tenia un brillo más bajo de lo habitual.
-Ellos tenían un sueño... y yo se los quería cumplir- respondió el pecoso de manera apagada.
-Sabes bien que no puedes cumplir deseos al azar, solo puedes hacerlo una vez, y eso es- no termino de explicar cuando de nuevo lo interrumpió Sergio.
-Antes de morir... lo sé... perdón- no era la primera vez que lo regañaban, pues noches anteriores ya lo habían hecho, y este siempre rompía las reglas.
-No, Sergio, esta vez no es así, serás castigado, no queremos que vuelva a suceder- y esta vez era enserió, el tono de voz que uso hizo estremecer a la pobre estrella, no sabía que era su castigo, pero sabía que no era nada bueno.
-¿Castigo?...- pregunto este como nerviosismo.
-Así es, esta actitud no es aceptable, te mandaremos a la tierra- eso si que no lo esperaba, ni el ni las otras estrellas, las cuales quedaron frías al escucharlo.
-Que, no, espera, no puedes hacer eso- miedo, miedo era lo que sentía la estrella al saber su destino.
-Si puedo, y lo are, te quedan pocas noches, Sergio, disfrutalas- y con esto mando la noche a la tierra.
-La estrella no brilla tanto como los otros días- se dijo Max a sí mismo, quien veía y anotaba las curiosidades de la noche en una libreta.
ᶻ 𝗓 𐰁‧₊˚🖇️✩尺ebe₊˚🎧⊹♡
Helou, bueno, sería más largo, pero me cago de sueño, en fin, chao, feliz noche.
