Desesperación

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Los días pasaron y Meica continuó eliminando a sus rivales una por una, de manera meticulosa y sin dejar rastro. Sin embargo, cada vez que pensaba que estaba más cerca de su objetivo, surgía una nueva amenaza. Aquino seguía siendo amable con todas, lo que desesperaba a Meica.

Un día, mientras seguía a Aquino en secreto, lo vio reírse con Emikukis en el patio. La rabia la cegó por un momento. No podía permitir que otra chica tomara el lugar que por derecho le pertenecía.

Meica sabía que había llegado el momento de tomar medidas más drásticas. Si sus rivales no entendían las indirectas, tendría que ser más directa. Aquino era suyo, y de nadie más.

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Hola todos

Voy a intentar subir otra historia aparte de esta.

Pero no significa que estare inactivo

Espero que les haya gustado este capítulo 👍

Obsesión mortal: El Amor De MeicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora