O5.

309 27 0
                                    

Heeseung tenía el ramo a un lado de la cama. Su novio estaba en silencio, esperando cualquier toque sobre su piel. Sabía cómo era el mayor si hacía algo que no le pedía... Aunque provocarlo un poco no estaría mal.

Sunoo levantó uno de sus pies hasta rozar con la dura entrepierna de Heeseung, escuchó un suave jadeo saliendo de sus labios.  Escucharlo lo prendía más, quería sentirlo en su interior, pero aún no era el momento. Tenía que esperar.

Un fuerte agarre sobre su tobillo se hizo presente, deteniendo sus movientos.

—Quédate quieto —gruñó Heeseung, apretando.

Dejó al rubio sobre la cama y sacó una venda negra de encaje. Subió sobre su amante y le cubrió los ojos. Aprovechó para juntar su erección con el culo desnudo, dio estocadas falsas.

El placer estaba por los aires y si seguía así, no sabría poder aguantar.

Sus labios fueron hacia la espalda de Sunoo. Dejando un camino de besos húmedos hasta llegar a su trasero.

Tomó el aceite corporal que estaba sobre la mesita de noche y empezó a masajearlo. Cómo respuesta, obtuvo los gemidos bajos de su novio, viendo cómo levantaba su culo queriendo sentir un poco más.

Se alejó un poco para poder observarlo mejor, Sunoo era delicioso y provocaba mucho en todo su ser. Desde el primer día que lo conoció, se convirtió en una tentación adictiva que jamás se cansaría.

Ese chico se robó su corazón al instante. Conoció su mundo y lo aceptó sin reprochar nada, ambos tenían muchas cosas en común, y no eran las personas buenas que aparentaban. Tal vez, aún se escondían secretos, pero bastaba saber algunos para seguir con su relación.

Él podía hacer todo por Sunoo. Si él le pedía que se arrodillara, lo haría. Lo amaba demasiado como para negarle algo.

🌹

Heeseung procedió a tomar una rosa, la acercó a su nariz para olerla, encantado con el aroma.

Sunoo permanecía en silencio, estaba ansioso por saber lo que se aproximaba. Soltó un suspiro cuando sintió los pétalos rojos sobre su espalda. Un cosquilleo recorrió su columna.

Su novio deslizó la rosa hasta llegar a las puntas de sus pies. Era inevitable que soltara suspiros, su cuerpo se relajaba a la misma vez que se excitaba.

Otra sensación estaba pasando por su piel, algo más duro. Era el tallo con pequeñas espinas pasando arriba de sus nalgas, luego por sus piernas.

Heeseung lo hacía con mucha sutileza, aunque a veces quedaban ciertas líneas rojas sobre la delicada piel de su rubio. Ninguno de los dos se alarmaba, pues más tarde se borrarían como si nada hubiera pasado.

Sunoo mordió sus labios cuando sintió a su novio encima suyo, su erección tocando su culo y, de nuevo, esa conocida sensación en su cuello.

Gimió bajito, levantando su trasero pidiendo más contacto.

—Mierda, Heeseung... Solo tómame... —dijo en voz baja, lo suficiente para que su novio lo escuchara.

Heeseung soltó una risa, le causaba gracia que sea tan desesperado. Decidió complacerlo un poco, dejó un beso en su nuca y se bajó de encima.

Tomó las nalgas de Sunoo con ambas manos, separándolas y dejando ver su entrada lubricada. Las imágenes de él saltando sobre el consolador vinieron a su mente, despertando más su erección.

—Me encantas —dijo con voz ronca antes de introducir su lengua, escuchando imendiatamente los gemidos de su novio.

🌹

Sentir ese músculo húmedo en esa zona tan íntima lo hacía ver el paraíso, con tan solo un roce despertaba todos su sentidos. Heeseung sabía cómo hacerlo sentir bien y eso lo enamoraba más.

Cerró sus ojos y mordió su labio inferior, quería tocar su pene y autocomplacerse también. Sentir la lengua intrusa de su novio no era suficiente, él necesitaba más.

Sacudió las manos, intentando zafarse, pero era en vano. Heeseung levantó su rostro, observando lo que trataba de hacer. Le dio una fuerte nalgada a Sunoo, deteniendo sus movimientos y soltando un chillido.

—Dije que te quedaras quieto —advirtió, una vez más.

—¿Qué harás si no lo hago? —preguntó Sunoo, provocándolo. Moviendo su culo a los lados simulando embestidas y gimiendo.

Heeseung pasó su lengua por sus labios, viendo el cuerpo de su novio. No esperó más y se quitó el bóxer, tirándolo a un lado.

Escuchar a Sunoo fue suficiente para no soportar y tomar su dura erección entre su mano y comenzar a mover de arriba abajo.

Los sonidos obscenos se hicieron presente, el rubio podía escuchar como Heeseung se masturbaba a sus espaldas. Aunque le pareció injusto no recibir un poco de placer, lo dejó pasar. Sabía perfectamente lo que pasaría después.

Sunoo siguió moviéndose, apoyando sus rodillas sobre la cama y levantando su trasero, dejando a la vista su húmeda entrada.

Heeseung lo veía con adoración, mientras aceleraba su mano. Su vista estaba perdida en cada partícula del cuerpo de su novio y en escuchar su voz.

Una electricidad recorrió por todo su cuerpo, un cosquilleo estaba aproximándose. Un jadeo ronco se hizo presente cuando se corrió, manchando su mano y el piso.

🌹

—¿Quieres que te espere toda la vida, corazón? —preguntó Sunoo, reprimiendo su sonrisa.

Le gustaba jugar con su novio, le gustaba insistir y que este lo tomara con posesión, haciendo lo que se le venga en gana con su cuerpo.

Él podía gritar a los cuatro vientos que le encantaba sentir a Heeseung dentro suyo, tratándolo con rudeza y marcando todo su cuerpo. Era como una droga del cual nunca podría dejar de probar.

Bastaron unos minutos para que la venda desapareciera de sus ojos. Heeseung había volteado el cuerpo de Sunoo, haciendo que sus brazos se cruzaran y quedará boca arriba.

Observó a Heeseung desde la cabeza a los pies, deteniéndose unos segundos en su entrepierna hinchada y sucia con semen. Sonrió, moriendo sus labios.

Alzó la vista conectándola con la de su novio.

Heeseung tenía los ojos brillosos y el cuerpo cubierto con una fina capa de sudor. Habían rosas tiradas en el piso y una sobre la cama.

El rubio pasó su lengua por sus labios, humediéndolos. Luego la sacó haciendo un movimiento provocador, quería la completa atención de su novio. Aunque ya la tenía desde el día que se conocieron.

— Heeseungie... —dijo con voz inocente, haciendo un pequeño puchero. Luciendo tan tierno y angelical.

Heeseung se subió encima, gateando hasta estar cerca de Sunoo. Acariciando su rostro y besar sus labios con posesión. Paseando sus manos por su cuerpo desnudo, apretando y deleitándose con las curvas que poseía.

Se separó unos centímetros de él, agarrando la rosa y pasarla por sus mejillas, mientras Sunoo cerraba los ojos, disfrutando de las caricias.

Quería tocarlo también. Quería liberar sus manos y sentirlo.

🌹

—Quiero tocarte, Heeseung —susurró cerca de sus labios—. Déjame hacerte sentir bien, también...

Heeseung lo miró uno segundos, tomó las piernas de Sunoo y las abrió, posicionándose en medio de ellas. Sus cuerpos estaban lo suficientemente juntos para sentir el miembro del otro, rozando y despertando más la ansiedad de querer ser uno solo.

No sabía en dónde había metido las llaves de las esposas, pero no fue un problema para él, con un poco de fuerza pudo quitarlas de las muñecas de su novio. Las besó, al ver finas marcas rojas.

Por fin tenía sus manos libres, Sunoo no perdió tiempo y comenzó a tocar el pecho de su novio, llegando a su cuello para poder acercarlo hacia él y besar un corto en sus labios.

Como pudo, se sentó sobre la cama, empujando a Heeseung para que cayera de espaldas, ahora era él quien se encontraba encima.

𝗋𝗈𝗌𝖾𝗌 & 𝗄𝗂𝗌𝗌𝖾𝗌 ♡⃕  𝗁𝖾𝖾𝗌𝗎𝗇 ﹙𝖼𝗈𝗆𝗉𝗅𝖾𝗍𝗈﹚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora