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—Oh... ya veo —dijo Orpheus, sin quitar su sonrisa—. Ohhh no te preocupes, Emil, puedo ofrecerme a enseñarte a leer, ¿Qué opinas?—
Emil, sorprendido por la oferta, sintió un nudo en la garganta, no tenia palabras. La idea de aprender a leer le daba curiosidad, pero también de cierta manera una inseguridad. Además, no quería imponer ninguna molestia a su querida Ada, su pareja cuidadora.
—Con gusto aceptaría, Sr. Orpheus, pero si usted quiere experimentar o lo que quiera hacer conmigo, hable con mi amada Ada —respondió Emil, nervioso pero agradecido por la propuesta.
Orpheus asintió, comprendiendo la lealtad de Emil hacia Ada y su deseo de no hacer nada que pudiera preocuparla, a Orpheus le parecia una relación de interdependencia, pero bueno que iba a saber de relaciones amorosas Orpheus si en todas le han ido para el carajo.
—Entiendo —dijo Orpheus con una sonrisa que denotaba su falta de interés genuino—. Hablaré con ella. Estoy seguro de que estará de acuerdo en que te mereces lo mejor de lo mejor, nuevas cosas a intentar, todo para su amado Emil.
Ambos se quedaron en un silencio incómodo, ninguna que otra palabra para compartir, mirando cada uno en direcciones opuestas, Orpheus mirando su cuaderno golpeando con su pluma este mismo y Emil mirando la alfombra rojiza tratando de evitar la incomodidad de la situación. El suave murmullo de la brisa continuaba, los sonidos del reloj y el golpeteo de la pluma de Orpheus persistía llenando el espacio entre ellos con un ambiente cargado de tensión.
Mientras la extraña calma de la mañana seguía impregnando la atmósfera de la mansión, Orpheus no podía evitar la idea de ver a alguien interesado en él, claro que a él le gustaba tener los ojos encima por sus grandes actos; un acto de caridad le daría más reconocimiento del que anhelaba, dulce egoismo, él era el protagonista de su historia después de todo. De repente, el silencio fue roto por el sonido penetrante de una campana resonando por toda la mansión, una señal inconfundible que alertaba a los jugadores del inicio de una nueva partida.
—Parece que es hora de irse yendo —dijo Orpheus, saliendo de sus pensamientos, cerrando su cuaderno de notas y alejándolo de su pecho.
—Sí, seria lo mejor... -respondió Emil, ya encaminándose hacia la puerta, sintiendo una mezcla de anticipación y nerviosismo.
Ambos salieron de la habitación con pasos algo apresurados, dejando atrás la breve conversación y la promesa a futuro que Orphy tenia que cumplir. Mientras se dirigían hacia el centro de la mansión, donde los demás ya comenzaban a reunirse, Orpheus no pudo evitar pensar en la conversación con Ada que tendría que tener más tarde; el novelista era de las personas que se hacían mil escenarios ficticios, como si fuera otro de sus fanfics, siendo el el protagonista T/N, para encontrar varias maneras raramente convenientes para la trama y el prota milagrosamente salirse con la suya.
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Orpheus entro como de contumbre sentandose hasta la ultima silla a lado de la rota que nadie usaba, el se hacia el frio y calculador pero aun asi daba algunas miradas de reojo a sus compañeros de equipo que ingresaban a la sala, vio al tercorton, mejor conocido por todos como Norton con su habitual desdén hacia la alta sociedad, el Prospector le lanzó una mirada de asco, lo que no sorprendió a Orpheus en lo más mínimo. Naib, por otro lado, ingresó con serenidad pero con una cara de enojó, daba miedo, aún así hizo un gesto de cabeza que Orpheus interpretó como un simple saludo.
Sin embargo, fue la entrada de Ada, la empatica pareja de Emil, lo que atrajo la atención de Orpheus, algo en su cerebro le hizo click. Aunque mantenía su expresión calmada, su mente ya estaba trabajando en los miles de escenarios que había imaginado, evaluando cómo cada uno de ellos podría por fin desarrollarse. Orpheus comenzó a trazar mentalmente qué decir y qué temas evitar para ganarse su favor a ayudar al pobre de Emil.
Mientras los demás supervivientes se acomodaban y el juego comenzaba, Orpheus continuó observando discretamente a sus compañeros, calculando estrategias y evaluando las dinámicas grupales, a pesar de su notable distancia que guardaba para parecer frio y calculador, su mente estaba trabajando a toda velocidad, tejiendo planes para asegurarse de estar un paso adelante, como siempre lo hacía.
La partida había comenzado, y en la distancia se escucharon los cohetes del payaso, anunciando su llegada al campo de juego. Smiley Face, uno de los temidos cazadores, especialmente reconocido por su siniestra cara por cosas que alguna vez pasaron, se encontraba en la caza, persiguiendo a su primera victima Norton. Las risas del payaso resonaban, perturbando la concentración de los supervivientes, pero aun asi seguían su labor de decodificar.
Norton luchaba por mantenerse enfocado en su tarea de distraer al Hunter mientras era perseguido por el cazador. A pesar de los obstáculos y la presión constante, había logrado kitear por solo dos máquinas cayendo cerca de la máquina en la que trabajaba Orpheus. Ante la urgencia de la situación, Orpheus no tuvo más opción que maldecir a Norton por haber atraído al cazador cerca de su máquina. Sin embargo, el deber los llamaba, y Orpheus se vio obligado a dejar su trabajo para rescatar al señorito Campbell.
El esfuerzo de Orpheus por evitar un golpe del payaso fue en vano, pues tuvo que recibir uno para poder completar el rescate. Mientras tanto, Norton aprovechó la distracción para propulsarse con sus imanes, dejando a Orpheus finalmente terminar su máquina. En ese momento, a lo lejos, se escuchó el silbato característico que usaba la señorita Mesmer, indicando que había recuperado la salud del daño que el payaso le había causado.
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HELP de la parte final q se supone q recuperan los survis? salud o que siento q había leído en alguna parte algo más ammmm
Sigan viendo
Este borrador es del 12 de junio gagagag saludos no lo terminé, siento q tiene muchos errores y como explicaciones sacadas del qlo pero bueno
miren mi video favorito actual (solo me gusta la canción ok el ship de Wilson x Willow como q no me gusta tanto)
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Simple curiosidad
FanficEn los momentos de ocio en la mansión Oletus, Emil se pregunta qué inspira al novelista Orpheus mientras este contempla una pintura del año del caldo. Historia satiricaaaa okkkk Viva el Orphemil amores q matan carajo