Capitulo 9

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Capítulo 9: Viajes

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"Pero me preguntaba, ¿cómo me sentiría si matara a alguien? Ahora lo sé. No es gran cosa".

- Chris Kyle, el francotirador americano

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Ubicación desconocida

En una oficina dos hombres están sentados a una mesa, uno frente al otro, con varios papeles entre ellos. Basta una mirada para notar la dinámica de poder entre los dos, uno es obviamente el subordinado del otro.

"¿Eso es todo, Wesley? Tengo asuntos que atender" dice el hombre que obviamente está a cargo. Tanto su postura, apariencia física como el aire que rodea a este hombre grita que es peligroso y está acostumbrado a dar órdenes.

Es un hombre blanco calvo y aparentemente gordo, sentado en una silla lujosa. Pero si miras más de cerca, una persona puede notar que debajo de su costoso traje hay una montaña de músculos, y es mucho más alto de lo que parece una primera vista.

"Una última cosa, señor." El otro responde, él también va de traje, es delgado y usa gafas y tiene el pelo perfectamente peinado. Si la otra persona que parece ser el jefe es un "hombre de negocios", obviamente se trata de su "secretaria" o "abogado", a juzgar sólo por la apariencia. Pero los dos son mucho más que eso.

"Adelante", gruñe el hombre gigante, no le gusta perder el tiempo. Y tiene aviones con una bella dama más tarde. Una dama a la que tiene en sus ojos desde hace mucho tiempo, nada puede salir mal. Y llegar tarde es un paso en falso que no quiere cometer.

"Tom, Eddie y Jimmy fueron encontrados muertos esta mañana. Los que fueron enviados anoche para encargarse del niño huérfano. Coche en llamas, docenas y docenas de agujeros de bala..." es interrumpido cuando su jefe le golpea con la mano. la mesa mientras se pone de pie. Es un testimonio de la fortaleza mental del hombre llamado Wesley el que no se inmuta. Simplemente deja de hablar y espera pacientemente a que hable su jefe.

"¿OMS?" El hombre calvo prácticamente gruñe entre dientes. "¿Algo que ver con el niño huérfano?" el pide

"No lo creo, señor." Wesley responde mientras se quita los lentes para limpiarlos con un pañuelo de papel. "Los tres fueron encontrados a varios kilómetros de distancia de donde se suponía que debían estar para completar su tarea. Si tuviera que adivinar, por el modus operandi... diría que fueron... castigados". Wesley completo.

"Primero ese hombre enmascarado y esa Araña, ahora este Punisher. ¿Cuántos de estos molestos justicieros van a ser una espina en mi costado?" Dice el jefe lleno de frustración y enojo.

"Es hora de mejorar nuestro juego. Sigamos adelante con ese proyecto con Aleksei y MacGargan... Doy mi visto bueno", añade.

Wesley simplemente asiente.

"¿Qué pasa con el niño huérfano, señor?" pregunta después de una pausa.

"Olvídate del chico por ahora, no irá a ninguna parte. Tenemos problemas mayores con estos vigilantes. Me están costando mucho dinero. Alexander debería haber tenido un mejor control sobre un adolescente. Envíale un mensaje de texto: 'Ya te hemos ayudado' Trata con la pareja, si no puedes con un niño, ¿de qué nos sirves?'”, finaliza siniestramente el jefe.

"Así se hará, señor". Wesley confirma antes de levantarse. Y con un último asentimiento sale de la oficina.

Wilson Fisk se recuesta en su silla y se permite respirar profundamente. No puede mostrar debilidad ante nadie, ni siquiera ante su hombre de mayor confianza, James Wesley. Pero últimamente todo le ha salido mal, a veces sólo quiere explotar y matar a alguien.

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