Meta Esencia Gacha en Marvel

Capitulo 8

Capítulo 8: Me voy a Brasil

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"Te vas a Brasil"

-Mordekaiser probablemente

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Hoy es mi cuarto día desde que fui transmigrado a este mundo. Y ahora estoy terminando de hacer las maletas para el segundo funeral de mis padres. Lo cual sucederá en la ciudad natal de mis abuelos paternos.

El vuelo es a las 2 pm y ya llamé a tía Chris, Matt y Foggy para informarles que pasaré unos días en Brasil. Y cuando vuelva me pondré en contacto con ellos.

Normalmente tendría todo listo y en el aeropuerto, pero anoche ocurrió un pequeño inconveniente.

Mi casa fue invadida por gente que quería matarme.

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Escena retrospectiva

3er punto de vista

La noche anterior.

Una chevette del 98 se detuvo en la calle de la residencia Carvalho, con tres hombres adultos en su interior.

"Es esa casa de 3 pisos, pintada de blanco" dijo el que conducía.

"Ahora ustedes dos entran allí y hacen una de dos cosas: o matan al niño silenciosamente y hacen que parezca un suicidio, los padres del niño acaban de morir, nadie va a pensar que es extraño que ya no quiera vivir. Él No tiene amigos ni familiares cercanos". Continuó el hombre al volante. Le entregó una pequeña caja al otro hombre en el asiento del pasajero.

"Adentro hay una jeringa que dejará inconsciente al niño. Luego lo llevas al baño y terminas el trabajo" Después de eso presentó la otra opción.

"¿O haces que parezca un robo que salió mal, si se despierta: matarlo, robar algo, desordenar un poco la casa y volver, capisce?"

"Está bien, pero ¿qué le pasa a nuestro desafortunado compañero? Estás bien preparado... ¿Quién lo quiere tanto muerto?" Pregunta el que estaba sentado atrás mientras revisaba algunas herramientas.

"Todo lo que sé es que tiene una gran herencia allí... Y si desaparece, uno de los socios del Jefe será muy rico. Y así el jefe tendrá un dedo en varios hospitales de todo el país. Ahora vete, debe ser Fácil, el niño vive solo ahora y tengo información de que hay una puerta en la parte de atrás, no hay perros en el segundo piso. El que aparentemente es el líder terminó ahuyentando a los otros dos. Tenía información que mostraba que alguien cercano a la familia los estaba ayudando.

Después de ponerse pasamontañas, los dos delincuentes bajaron del coche y comenzaron a avanzar hacia la casa. Al llegar al patio trasero después de saltar el muro del jardín vecino, encontraron la puerta.

Uno de los dos sacó algunas herramientas y comenzó a trabajar en la cerradura, mientras el otro vigilaba. Aparentemente no eran los matones comunes y corrientes.

Después de unos minutos de esfuerzo la puerta se abrió.

De ahora en adelante sería pan comido, pensaron.

Lo único que tendrían que hacer es ir a la habitación del segundo piso, inyectarle la jeringa al niño, llevarlo al baño y cortarle las venas, si todo iba bien en diez minutos estarían lejos.

Con lo que no contaban era que no iban a matar a un joven normal. Estaban irrumpiendo en la casa de alguien muy paranoico y cauteloso.

Tan paranoico que estaba durmiendo en una habitación diferente en la planta baja. Una habitación en un rincón y olvidada.