Capitulo 7 :|Confesiones sinceras y un beso enigmático

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—Hace rato, no pasamos tiempo en familia.
Sus palabras hicieron que sus padres dejaran de hacer lo que estaban haciendo para voltear a mirarla. La noche anterior estuvo investigando qué hacer, en este tipo de situaciones.
•¿Cómo salvar a tu familia antes de que sea tarde?:
Punto 1: mencionar cosas que antes hacían, para que sientan que tienen cosas por cambiar.
—Estamos muy ocupados en nuestro trabajo—añadió su padre, rompiendo el silencio.
Su madre se frotó las manos, un gesto que indicaba nerviosismo. Entonces, para añadir más tensión, agregó.
—Solo tu trabajas papá. Creo que nunca le permitiste a mamá que lo hiciera. ¿No sería buena idea que sea tu asistente?.
Su padre se quedó casi congelado.
—Ya tengo asistente. Es muy buena en su trabajo—contestó en un tono serio.
Iba a decir algo más, pero ver a su madre mucho más nerviosa la detuvo. Realmente no merecía pasar por esa situación.
Solo se despidió y salió de su casa para ir al instituto.
—Por la expresión de tu rostro, sospechó que algo hiciste-dijo una voz gruesa a su izquierda. Volteó encontrándose a Cassian vistiendo una chaqueta negra con el nombre de su equipo de Lacrosse.
—No sería yo, si no lo hiciera-se acercó hasta él para quedar frente a frente. Se colocó un poco de puntas y besó su mejilla. Lo cual, provocó que Cassian sonriera divertido. Antes de que pueda decir algo, lo detuvo y se dirigió hacia el auto de él.

Ambos subieron al auto y se dirigieron al instituto. En el camino, el teléfono de Holly no dejaba de sonar. Cassian la miraba de reojo mientras ella revisaba los mensajes con el ceño fruncido. A veces sentía una extraña curiosidad por ella; se preguntaba si su reputación atraía más atención. ¿Tendría pretendientes esperando su atención? ¿Le interesaban esos chicos a los que puso a prueba? Había muchas cosas que se cuestionaba sobre ella, y el hecho de que nunca compartiera información personal aumentaba su interés. Por eso, le sorprendió un poco cuando ella le pidió que fuera su cómplice.
—Dios mío—su voz suave lo devolvió al presente y la miró con un brillo en los ojos.
—¿Es tu amiga, la de los mensajes?— carraspeó antes de preguntar.
Ella se giró a verlo con una ceja enarcada.
—Si lo era. Usaste un tono extraño— sonrió acomodándose en el asiento, ahora disfrutando de la situación.

De repente, detuvo el auto en un semáforo provocando que sus cuerpos se muevan un poco hacia delante, lo cual aprovecho para inclinarse hacia su asiento y atraerla hacia su rostro, para luego decirle en un susurró.
—Sé que tú parte favorita de este trato, será que actúe de un modo celoso—fue toda la respuesta. Llevó su pulgar a su labio rozandolo. —Del modo, donde su te veo hablando con un chico, te colocaré contra la pared para demostrarte que soy el único, que te deja temblando.
Aquellas palabras la dejaron sin saber qué decir. Se volvió a acomodar en el asiento preguntándose a qué se debía sentir ese calor entre sus piernas.
A los pocos minutos llegaron al instituto y bajaron del auto al mismo tiempo. La acercó a su cuerpo mientras rodeaba su cintura, mirándola de forma divertida probablemente notando la sorpresa en su rostro.
—Tenemos que lograr que nos crean está relación. Tu sigues mis pasos.
Se adentraron a la entrada donde los estudiantes que iban entrando, al verlos se hicieron a un lado. Laila se ajustó el cabello lanzándolo hacia el aire, mientras caminaba de manera segura de sí misma colocando su mirada en el pasillo, el cual sería la pasarela de la nueva pareja que debían ser.
A medida que avanzaban, él se inclinó hacia ella y susurró en su oído.
—Eres una Miss Americana perfecta— Sus palabras resonaron en su cabeza, creando un momento de intimidad fingida entre los dos.
Ella le devolvió la mirada, con una sonrisa radiante en su rostro, y respondió.
—Tú eres el rompecorazones ideal. Creo que no está mal tener esta reputación. Nos puede funcionar.

El timbre sonó siendo el indicador de que las clases iban a comenzar y se separaron. En ese momento, pudo notar la atención que estaban recibiendo, pero hubo una mirada donde supo que su papel estaba yendo por buen camino. Leah Michelle.
En ese instante, de distracción suyo su novio falso aprovechó la situación para volver a inclinarse llevando su rostro al costado de su cuello.
—Voy a necesitar tu apoyo en mi entrenamiento hoy. Tu mera presencia hará que tenga suerte—le susurró dejando un beso en el costado de su cuello.
Después de ese gesto, se marchó con sus amigos, dejándola con una sonrisa casi boba.
—Ustedes dos, si que me empalagan—dijo la voz de Addy, quien se encontraba frente suyo.
Se obligó a concentrarse en la situación que ahora tenía, su mejor amiga le estaba por contar la investigación a fondo, que realizó de su amigo Jackson.
—Cuéntame todo. ¿Qué realmente oculta?
Addy suspiro y tomó su mano para llevarla con ella.
—Aparentemente, está teniendo una relación con mi ex novio. No, con el chico que creímos al principio. Fue una estrategia y lo atraparemos.
La confesión provocó que se quede inmovil unos segundos. Las cosas comenzaban a salirse de control y aún no lo sabía.

Las cosas que mantuvimos en secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora