Las cosas que mantuvimos en secreto

Capitulo 8: |¿Estamos fingiendo?

Ahora eran tendencia. La foto que les tomaron en el momento qué se besaron, logró causar un revuelo de diferentes expectativas que circulaban sobre ellos. A ese punto Holly se sentía casi como una famosa, donde en su caso debería mantener en privado su relación, pero no era su caso, aunque si estaba pensando en hacerlo más interesante a su manera.

De repente Leah apareció en su campo de visión. Por la expresión en su rostro deducía que estaba molesta.
En el fondo le dió un poco de satisfacción. Le dirigió una mirada y cuando quiso decir algo, ella se le adelantó.
—Yo no confiaría tanto en Cassian como tu crees—fue lo primero que soltó.
En parte le provocó curiosidad de saber lo que dijo. Sabía que la reputacion que su novio siempre fue mal vista, pero ella también conocía secretos que él mismo mantenía ocultos. Así que dejo que Leah continúe.
—Cassian, tiene la costumbre de conquistar a las chicas y luego dejarlas. O hablarse con otras a tus espaldas.
Holly guardo su móvil suspirando.
—¿De verdad? Sé que su reputación nunca fue la mejor, pero las personas cambian. O es por qué estás celos—inquirio mirándola.
—No supiste valorarlo y ahora estás arrepentida.

Si alguna vez hubiera creyó que no se enfrentaría a cómo chicas como ellas, nunca lo hubiese hecho. Pero, Leah siempre las trato de un mal modo a sus amigos y no iba a permitir que continúe pasando.
Se alejó hacia los vestuarios del equipo de fútbol, donde el entrenamiento acababa de concluir. Mientras Holly se quedó cerca de la puerta , tratando de recuperar su compostura,  hasta que Cassian apareció de repente.

Estaba sin camisa y con los pantalones deportivos, con un aire relajado y seguro, sin previo aviso, rodeó su cintura con un brazo, haciendo que la cercanía entre ellos se volviera aún más palpable.
Él la aproximo hacia su cuerpo casi desafiante, como queriendo descubrir cual sería su reacción.
Desde el fondo, se escuchaban los gritos y bromas de los compañeros de equipo, que animaban la escena con entusiasmo. Él, sonriendo, le susurró al oído.
—Parece que el beso que tuvimos necesita una segunda vuelta.
Holly, sintiendo la intensidad del momento, le respondió con ironía.
—Si realmente lo sientes así, eres bueno fingiendo.
Antes de que pudiera decir más, la mayoría de sus compañeros salieron del vestuario, chillando como siempre.
—Estan emocionados más que siempre—inquirio divertida.
Cassian sonrió y se inclinó sobre ella.
—Habra una fiesta está noche para celebrar el próximo partido—le informó. Era evidente que ambos tendrían que asistir y seguir mostrando su relación en público.
Él, con una mirada juguetona, le propuso.
—Tal vez podríamos practicar para que todo suene más real. Quizás deberíamos usar esa segunda vuelta.

La tensión entre ellos creció, mezclándose con la emoción y las expectativas de la noche. Aunque todo había comenzado como una actuación para el público, la línea entre la realidad y el juego se estaba volviendo cada vez más difusa.

                                ***
En el momento que Holly entró a su casa se percató del silencio que había en el ambiente. Aquello ya le pareció extraño, por qué su madre siempre solía estar en la cocina tarareando mientras preparaba el almuerzo.
Avanzó por la casa, pasando primero por la cocina notando que allí no estaba, entonces se dirigió hacia las escaleras.
—¿Mamá, estás aqui?—la llamó.
Al estar en el piso de arriba movió la vista por el pasillo aún más silencioso, hasta que fijó su vista en la habitación al final del resto de las suyas. Allí días atrás, su padre pasaba demasiado tiempo, lo cual le resultó un poco raro. Con un poco de temor a imaginar cualquier cosa, de lo que su mente le llegaban a su cabeza.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca acercó su mano a la manija de la puerta para abrirla.
—Holly—se sobresalto al oír la voz de su madre detrás suyo.
Se volteó alejándose de esa habitación y se acercó hasta ella. La vio normal, así que respiró ondo.
—¿Dónde estabas, mamá?—le pregunto mirándola.
Su madre la miro y acaricio su cabello.
—Estaba en mi habitación, ordenando alguna ropa. ¿Necesitas algo?.