¡Mierda! Bajas notas, tendría que convencer de alguna forma a su maestra para subirle las notas.
Los personajes no me pertenecen, son de vizziepop, la portada la hice yo pero los dibujos como tal no son míos, así que créditos a los verdaderos artist...
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Despertó.
¿Que había hecho ayer?
Mierda.
Oh mierda, mierda, mierda.
No, lo que pasó ayer fue un sueño, ¿Verdad?
¿Verdad?
Carajo, ¿en qué pensaba ayer?
¿Y con su maestra?
Dios santo que incómodo sería ir a la escuela en está situación.
Bueno, igual, no podía faltar ese ni ningún día, no le quedaba de otra.
Tal vez de camino podría encontrar a Valentino o Vox.
Se fijó la hora, 7:00 AM indicaba el reloj.
-¡Es tarde!-grito inconscientemente
Salió corriendo lo más rápido que pudo en dirección a la escuela luego de alistar las cosas que necesitaba
. . .
Daba zancadas y pasos rápidos cuando ya estaba por llegar a la escuela, volvió a mirar la hora, la clase comenzaba 7:20 AM, faltaban aún cinco minutos para entrar, suerte y vivía cerca.
Una vez llegó se sentó lo más rápido posible y se acostó en la mesa, suspirando por andar corriendo, al menos había llegado temprano.
Apenas unos minutos después entro su tutora, parecía ya haber estado allí antes, tal vez solo vino para recoger alguna cosa antes de su clase.
Sintió la mirada de su tutora y cuando se fijó pudo ver cómo le guiñó el ojo antes de retirarse.
Confirmado, lo que pasó ayer no fue un jodido sueño.
Suspiro y vió como vox y Valentino iban a sus respectivos asientos, ella se sentaba al costado de vox y atrás de Valentino, el chico calvo le hablo tranquilamente.
-¿que paso ayer?-preguntó con curiosidad.
-me tire a la maestra-respondió con una gran tranquilidad.
-¿Que?-
Vio a vox el cual tenía los ojos abiertos como platos, y Valentino totalmente tranquilo.
-Pero di los detalles, linda-hablo atrás suyo angel dust
Un gruñido pequeño salió de la morena al girarse, no dijo nada y lo ignoró.
-¿¡Porque carajo preguntarías eso?!-le grito Vox
-¿Que? Así los profesores te suben las notas-le dijo tan tranquilamente que parecía haberlo hecho, y enrealidad velvette no dudaba mucho de eso.
En los minutos siguientes el profesor alastor entró y ordenó a los alumnos antes de iniciar la clase, aún así, podía escuchar unos cuantos susurros.
-oye, ayer pase por la oficina de la maestra carmilla... Escuché gemidos... Y vi la silueta de alguien-susurro una voz desconocida
Velvette giro inconscientemente la cabeza, ¿alguien más habría visto?
No pudo ver al causante de la voz, solo que era una voz femenina, arañó ligeramente su carpeta de impotencia, los chismes se esparcían cómo la pólvora, tal vez a la mañana siguiente todos estarían enterados, y eventualmente descubrirían que ella era aquella silueta... Su reputación se iría a la misma mierda.
No, no podía preocuparse de eso ahora, tenía que concentrarse si no quería intentar tirarse al profesor alastor también.
En serio odiaba literatura.
. . .
El recreo llegó y salió de su aula, afuera encontró a su maestra, la cual parecía haberla estado esperando.
Le dió una sonrisa a velvette y saludo.
-buenos días-pareció tan tranquila, cómo si lo que hubiera pasado ayer tan solo fuera una sueño
-b-buenos días-se apresuró a contestar
No sabía bien cómo seguir la conversación, eso enserio era incómodo.
Carmilla se aclaró la garganta pero no dijo nada.
-...alguien nos escuchó...-susurro la morena con timidez
La mirada de su maestra se torno a una de preocupación y molestia.
-¿Quien?-interrogó
-.... no lo sé...-hablo de nuevo la morena, que miraba al suelo incapaz de mirar a su tutora
Un gruñido de frustración se escuchó proveniente de su maestra.
-entonces-paro y tomo de la barbilla a velvette, sin importarle si alguien las veía-investiga.
Rápidamente asintió, nerviosa por todo y con un pequeño sonrojo que casi no se notaba.
Todo era realmente muy incómodo entre la maestra y la alumna.
-tranquila, solo encontraremos al chismoso y lo obligaremos a callar de una forma y otra- la calmó su maestra
La más pequeña asintió y sintió que los labios de su maestra se posaban en su frente, antes de acariciarle tranquilamente el cabello y sonreírle.
Velvette literalmente parecía un tomate, estaba completamente roja a más no poder y sentía sus mejillas arder, se escabullo rápidamente para buscar a la persona que había logrado escuchar, agradeciendo en silencio que pudiera tomar eso como excusa.
A buscar a la voz.
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Sorry por no actualizar antes, enserio estuve muy ocupada, intentaré actualizar dos capítulos seguidos el sábado para compensarlo
