𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟑

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— Llegaste

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— Llegaste. Ven aquí, Hyung. —Félix, era el primo de Minho y al mismo tiempo su mejor amigo. Trabajo para la KGB*, es el dueño del club. 

—Que bueno que viniste. ¿Todo salió bien camino aquí? — Félix se levanto al instante para saludar a Minho. Lo agarro fuerte de su mano, jalándolo hacia él para darle un beso en la mejilla. —Suficiente —Minho lo aparto.

—¿Qué pasa? Me dejabas hacer eso cuando era pequeño. — suspiro.

—porque eras un niño — respondio. 

—De verdad que... Me gustaría que me trataras mejor. Así, trabajar seria más fácil. —ese comentario hizo reír a los otros tres chicos que estaban junto a él.

Minho solo exhalo aburrido.

—A propósito Minho ¿Cómo va el trabajo? —pregunto.

—Sin problemas — respondio

—¿Sin problemas? —eso dejo sorprendido a Félix por lo que pidió que se retiraran del lugar. Ahora solos Félix volvió a preguntar —¿Viste los documentos sobre Zdanov? 

—Por supuesto —tomo un sorbo de whisky.

—...Minho, siempre me entero de todo lo que no me quiero enterar. Aún sigue en pie, pero continuare investigando y si encuentro algo decisivo...— Antes de poder seguir fue interrumpido.

—¿Crees que le tengo miedo a Zdanov? — pregunto Minho

—No, yo no creo eso, pero... Aún así, no hay ningún beneficio en todo esto. —explico. —¿No crees que seria bueno solo dejarlo?

—Se necesita comida para domar a un tigre. — expreso Minho con una sonrisa.

—¿Un tigre? —eso dejo desconcertado a Félix. Minho solo se levanto de su lugar
.
—Ah, Haewon me dijo que Mikhail había caído. —confeso. 

—Si, es verdad. Y además no tenia ningún sucesor —agrego Félix.
 

Rusia estará en mis manos... 

El ambiente se volvió repentinamente sombrío después de las palabras de Minho.

—Si, eso creo... Salud por el Zar — Agito su bebida. Minho se retiro finalmente dejando solo a Félix, quien a su vez llamo a los mismo tres chicos que había sacado hace unos momentos.

—¿Minho ya se fue? —le pregunto a uno de los empleados.

—Si, lo verifique. Prepare 10 personas como lo ordeno — comento 

—perfecto, necesitamos mucho alcohol para emborracharlo. Envía alcohol cada cierto tiempo, y no dejes que se desperdicie una gota. — ordeno. 

—Oye, Félix. ¿De verdad él puede con 10 personas en una noche? —Ni-ki estaba intrigado. 

Rosas & Champaña ¦ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora