Star Lost

Kang Ahera

–Niñata despierta que llegas tarde

Me despierto de mala gana y miro a mi hermano mayor con asco. No quiero moverme de mi cama. Unos toques en la puerta de mi habitación llaman mi atención. Suelto un bufido al ver quienes son. El de ojos marrones se tira encima mio sin importar nada, mientras que su amigo lo mira como si nada.

–Kang-chan levanta, llegaremos tarde a ver el partido por tu culpa.

–Pues primero levanta de encima mio, idiota.

ººººº

No se como acabó acompañando a esos dos a entrenar al parque o en casa de uno de los dos. Normalmente me quedaría en mi casita pero ya no puedo. Puede parecer que no me guste la idea de estar con ellos, es todo lo contrario, adoro esos momentos. Mi hermano mayor me pica siempre que acabaré siendo novia del oji-marron, cosa que nunca pasaría. Prefiero mil veces a su mejor amigo.

Las cosas siguen igual, la única diferencia es que ellos se gradúan este año de la secundaria, y a mí me queda otro año más. Hoy que era el día fui a verlos. Están felices, eso me gusta mucho. Toda la tarde estábamos juntos. Me prometieron que vendrían a verme jugar si yo hacía lo mismo. Spoiler, nunca han vuelto a verme jugar, al igual que yo a ellos.  

En el verano mis padres decidieron mudarse a otra prefectura, sin poder decir nada a nadie. La idea no me apasiona y sigue sin gustarme. Pero gracias a eso puedo asegurar y decir que he evolucionado.

ººººº

–Kang sempai, a que preparatoria ira, por lo que se, hay varias interesadas en usted.

–La verdad tenía pensado ir a la que asistió mi hermano pero todavía no estoy segura.

–Seguro que donde vaya encontrará un equipo en donde encajar.

–Gracias, suerte el año que viene pequeña, seguro serás mejor capitana que la nuestra. 

Volví a casa reflexionando lo que me había dicho, cuando pase por delante de cierta preparatoria me llamó la atención una persona. Un chico de orbes dorados y pelo bicolor, miraba atento a un árbol. Al fijarme mejor vi la pelota en una de las ramas. Salto intentando cogerla, cosa que logró. Una vez con ella volvió a lo que parecía un gimnasio. Curiosa entre a mirar. En ese momento quedé fascinada por aquel jugador.

–Lo tengo claro, iré a Fukurodani.

Vale, ya he hecho los dos puntos de vista que quería. Son solo introducciones de cómo ambos llegaron a Fukurodani. Ahera no explica del todo el pasado por el hecho de que se irá destapando. Durante la historia intentaré sobre todo utilizar un narrador omnisciente pero no os asusteis que también habrá de ellos dos y alomejor de algún personaje más.