Ghost Of You | Campamento Desventura.

008

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—Tomy, ¿recuerdas cuándo nos conocimos?

Tom asintió con una sonrisa, iban caminando uno al lado de la otro, Jake miraba con detalle las flores que llevaba en la mano, era un ramo muy bonito de diversas flores negras.

—En clase de baile, sí —respondió sin más, le gustaba cuando Jake contaba la historia.

—¿Por qué meterían a un novato a una clase de baile de gente profesional? —Tom rió por la burla.

—Disculpa, me estafaron, me dijeron que iba a estar en una compañía como productor y lo siguiente que sabía era que estaba tomando clases de canto y baile.

Jake asintió con una risa leve.

—Recuerdo que quisiste parecer el chico egoísta y malo que odiaba a todos, pero no eres así, y de inmediato se notó que eras diferente, que eras más que solo un fachada. Siempre que terminaba una clase, alguien estaba muy agotado, le dejabas tu botella de agua, te tomabas unos minutos para ver si estaban bien y eso se agradecía muchísimo —sonrió—. Y siempre terminabas ayudándome a mí.

—Porque estabas como un estúpido con tus dietas de inanición, y siempre te desmayabas.

El asintió, poco orgulloso de aquella época, en donde sólo se sentía mal con su cuerpo, consigo misma, con su baile, con todo lo que hacía.

Fue Tom quien lo había sacado de eso, y había sido muy difícil para el pelinegro, tanto que terminó de ir a clases de baile porque se encargaba de el menor a tiempo completo y no podía bailar y cuidarlo a la vez.

Lo había llevado a comer, todos los días a un lugar distinto, todos los días un plato distinto, para mostrarle a el chico lo que se perdía, le recordaba todos los días que era hermoso y que sin importar la forma que sea, sería hermoso siempre, aunque Jake le creyó muy poco, hasta que un día el pelinegro había dicho que besaría cada parte de el que fuera hermosa, y seguido a eso había besado todo su cuerpo.

No fue esa su primera vez, para nada, era más una caricia íntima, exitante y enormemente romántica a mismo nivel.

—Extraño que me beses así —confesó.

—Admito que me encantaría hacerlo —dijo el mas alto.

—Siempre fuiste tan delicado conmigo, Tom, de una forma que solo tú sabías ser, y fuiste mi primera vez en muchas cosas, mi primer gran amor, mi primera vez, mi primer hombre... Fuiste el primero que amé y que me amó de regreso con la misma intensidad, el primero que me correspondió completamente, y vio a través de todos mis errores y me dijo cosas maravillosas.

—No son errores, Jake, son cosas, no hay que ponerle a todo algo negativo.

—Y también amo esa actitud que tienes —Jake asintió, con una sonrisa amplia, mirando las piedras que marcaban el camino que estaban siguiendo, brotes de césped y algunas flores habían logrado pasar entre las grietas y crecían entre ellas—. Aunque te veas rudo, siempre tienes esa capacidad de hacer que todo sea positivo. Sin duda, nunca voy a encontrar a alguien como tú, Tom, eres algo que pasa una sola vez en la vida —sus ojos se unieron, una sonrisa apareció en sus rostros, en la luz del atardecer, se sintieron más cálidos—. Y me alegro mucho de tenerte en mi vida, y que hayas hecho tanto por mí —pequeñas lágrimas se asomaban por sus ojitos.

Tom rodó los ojos y fue a sostener su mano, sus pasos se detuvieron cuando llegaron a su destino, pero Jake poco quería ver eso en realidad, así que sus ojitos y su borrosa vista por las lágrimas se quedaron en el pelinegro.

—Te amo, Jake. Y lo haré por siempre.

Éste asintió, sorbió su nariz mientras más lágrimas rodaban por sus mejillas.

—Te amo mucho, Tom. Feliz aniversario.

Jake bajó la vista hacia la placa grabada sobre la tumba, dejó el ramo de flores junto a aquel grabado.

<< Tom Landry >>

<< 20 de Agosto, 1998 ~ 2 de Abril, 2019 >>

<< Siempre serás el mejor del mundo, incluso más allá del final de tus días>>

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