¿Kiss Me?- Katsudeku

Capítulo Único.

《 Caminaba sobre el frío contigo, cómo cada mañana.
Era rutinario, a pesar de los problemas que tuvimos en secundaria.

Pequeños copos de nieve caían sobre mi cuerpo abrigado, te vi tan callado que mis palabras se escondieron por temor.
El frío en mi cuerpo se hizo presente, temblaba un poco brusco por la mañana.

Estornude, una, y otra vez.

—Tsk nerd, te advertí de que trajieras algo más abrigador.— me miró de reojo.

Yo solo agache un poco la cabeza.

—Pensé que esto serviría, Kacchan.— mi nudo de la garganta desapareció poco a poco, aunque me sentía nervioso.

—Pues al parecer no sirve un carajo, Deku molesto.— Vi cómo su ceño se frunció un poco mientras me volteaba a ver.

Paró en seco y copie su acto. "¿Tendrá algo planeado?"  Me pregunté.

Observé cómo se quitaba su sueter negro, quede en duda por no preguntar. Me tendió aquella prenda, quedándonos mirando uno al otro. Entendí su acción y lo tomé.

—¿Me la prestarías? ¿Enserió?— mis manos temblaron en un acto desesperado.

—¿Acaso no la quieres, Estúpido Nerd?—

¡Maldición!, ¿Cómo no la iba a querer? Si incluso mi corazón lo deseaba.
Pensé que quizá esto sería otro sueño más, quite ese sentimiento al ponerme la prenda.

—Date prisa, no tengo tu tiempo.— se dio media vuelta y continuó por nuestro camino habitual.

Me puse su suéter. Su maldito suéter negro, el cual el carmesí apreciaba.

Lo alcance a pasos rápidos, corrí hacía él.

Solo me miró y volteó hacía su camino.

—Se te ve mejor que yo, supongo.— su pequeña risa burlesca salió reluciente.

Mi corazón bombeo, bombeo más rápido queriendo salir de mi pecho.
Mis pequeñas manos frías se agarraron entre sí, ambas ansiosas y emocionadas.
De mí salió una sonrisa, la sonrisa más sincera que he sentido. Seguimos caminando, ahora con ese silencio que tanto odiaba pero a la vez apreciaba.

—Al llegar a casa lo lavaré y te la daré, Kacchan.— Traté de hacer conversación.

—Quédate la. Ya te dije que se te ve mejor, imbecil.— evitó mi mirada.

Otra sonrisa salió de mi. Brillaba más que el sol, deseosos por tí.

Mis ojos notaron a los tuyos, mientras él pasaba. Mi vista cansada percibió aquella admiración de parte tuya por ese pelirrojo. Él te tiene tan hipnotizado.

Vi cómo amas a esa persona, me dolió, y demasiado. Tragué mis sentimientos acompañado de mis pensamientos para seguir con una gran sonrisa.
Un pitido ensordecedor  se escuchó en mi oído cuando todo era borroso. Un dolor en el pecho se manifestó, consecuencia de nunca contar nada. Al final de cuentas, yo soy alguien más de la lista. Yo no llegué ni a ser tu segunda opción, cosa que más me dolió.

Tu lo amas tanto, mientras yo muero por mi soledad.

¿Por qué que razón me amarías?, ¿Qué oportunidad tengo de que me beses?
Fantasías llegan a mi cabeza. Una más dolorosa que la otra, por qué, a pesar de que este soñando, yo sé que nunca me escogerías.