¡Operación Adopción! [Pintor Nocturno]

|9| Te quiero

—- ¿Te encuentras bien? —- fue lo primero que Seungho preguntó cuando vio cómo ambos jóvenes se iban de manera apresurada, no les importaba a dónde fueran. Se alegraba de que se mantuvieran lejos de ellos. 

Su enojo anterior se había convertido en preocupación producto de la mirada un poco asustada de su pareja. 

Na-kyum siguió apegado al mayor, negándose a separarse, sintiendo como su respiración se normalizaba, pudiendo hablar nuevamente. 

—-Estoy tranquilo, porque estoy a tu lado —- susurro ligeramente avergonzado el más pequeño, sus mejillas se tornaron un poco rojizas, mientras desviaba su rostro, no quería ver directamente a su pareja.

Las miradas de ambos nuevamente se encontraron, haciendo que estos se sintieran afotunados del momento que vivían. Habían pasado muchas dificultades que afortunadamente se solucionaron, dejándolos disfrutar de sus vidas. 

Na-kyum se apoyó en las puntas de sus pies, llegando a la altura del pelinegro y unió dulcemente sus labios a los de él, en un compás suave y lento. Quería tomar las cosas con calma, sintiendo la tranquilidad de sus corazones y dejando que ese momento sea eterno, siendo solo ellos juntos en el universo. 

Seungho siguió con ese mismo ritmo, no quería apresurar las cosas, no buscaba terminar en actos sexuales, simplemente era un movimiento de labios que los unía cada vez más. Bajo sus manos, sosteniendo la cintura del menor, sintiendo aún más su cálido cuerpo, seguido de una corriente eléctrica que presionó todo su cuerpo. 

—- No nos harán ningún daño —- mencionó el menor —- Puedes dejar que se queden, de esa manera... Sabré que me volví más fuerte y que no le tengo miedo a nada. 

Esa era una idea convincente, pero Seungho no podía evitar preocuparse por la salud mental del menor. Los recuerdos de su mente lo atormentaban, el solo hecho de pensar toda la discusión que tuvieron en ese entonces y la falta de confianza que les hizo tanto daño. 

Definitivamente se avergonzaba de su versión anterior, habiendo dado ese trato tan poco humano al más pequeño, culpandolo de cosas innecesarias y molestandose con él. Uf, estaba seguro de que quería borrar dichos recuerdos de su mente. 

Y cómo si Na-kyum pudiera sentir la molestia del contrario, decidió apegarse aún más y abrazarlo, de esa manera, hacerle saber que todo se encontraba bien. El pasado no le afectaría más. 

—- Está bien —- contestó el mayor —- Haré lo que me pidas. Pero sólo por esta vez. 

Y esa era la mentira más grande que había dicho Seungho después de "Seré suave" y "Solo una ronda más"

Sabía en su corazón y mente, que cualquier cosa que el menor le pidiera, él se lo cumpliría o buscaría la forma de contentarlo. Y siempre le haría caso, en todo, eso era porque estaba perdidamente enamorado. 

Su felicidad no podía ser descrita con simples palabras, porque sus sentimientos eran los más complicados y conmovedores. Lo qué sí estaba completamente seguro, es que nunca dejaría de tener una sensación tan fuerte. Aunque pasarán los años, seguiría amandolo como en ese mismo instante, incluso podría decir que su cariño iria en aumento cada vez más. 

Además, el mayor estaba completamente seguro de que era correspondido con la misma intensidad y eso lo llenaba de tranquilidad, quitándole todo rastro de ansiedad. Y bueno, con sus celos no podía hacer nada, pero suponía que podría controlarse si en algún momento tuviera ese sentimiento algo negativo. 

—- Mi señor, lo quiero mucho —- dijo repentinamente el más pequeño, poniéndose de puntillas y acercando su rostro al oji ámbar —- Muchisimo. 

El pelinegro sonrió y asintió, uniendo sus labios a los de este, sin dar ni una respuesta más. Tenia vergüenza de pronunciar sus sentimientos tan abiertamente. 

Dicho acto, enojó un poquito al menor... ¿Por qué no le respondió? 

—- ¿Usted también me quiere mucho? —- preguntó al momento de separarse, quería escucharlo directamente de los labios de este. 

Seungho asintió nuevamente, acariciando la mejilla del más pequeño, mientras lo observaba con admiración. 

Na-kyum sabía que esa era la respuesta del mayor y su corazón saltó de alegría, aún así quería molestarlo un poco e insistiría una vez más, para escuchar de los labios del mayor la palabra "Te quiero", no solo su afirmación. 

—- Dígamelo —- susurro con las mejillas sonrojadas el menor —- Diga cuánto me quiere. 

El mayor rió repentinamente, con el paso de los meses Na-kyum se había vuelto más atrevido y decía las cosas sin temor, eso realmente le agradaba. Así que, tosió un poco para aclarar su garganta y pronunciar las palabras que ambos tanto esperaban.

—- Te quiero muchísimo más de lo que puedes imaginar —- dijo este desviando ligeramente la mirada, los ojos curiosos del menor lo avergonzaban más y no quería sentirse tan vulnerado por lo que iría a decir —- Eres el motivo de mi vida, odio estar en un lugar dónde no te encuentras y los últimos meses fueron realmente torturosos. 

El menor tomó con delicadeza el rostro del pelinegro y casi lo obligó a mirarlo, quería que se lo diga directamente, sin desviar la mirada. 

—- Realmente me cautivaste Na-kyum, eres la persona más especial en mi vida —- susurro finalmente el mayor, ahora sí, observandolo fijamente—- Incluso más importante que yo. 

¿Qué más podía esperar el pequeño? Esa declaración había sido muchísimo mejor que en su imaginación, el latido de su corazón había aumentado irrefrenablemente. Su sonrisa no tardó en salir y casi se avecinan unas pequeñas lágrimas producto de la alegría del momento. 

¿Qué mejor que sellar ese momento para siempre con otro beso? La unión de sus labios era sutil, el movimiento que ambos presentaban lento, con toda la tranquilidad del mundo. Ya nada podía separarlos, definitivamente eran solo ellos en el mundo. 

—- Señor Seungho —- tocó la puerta una de sus ayudantes, a lo que el menor se separó rápidamente, casi cayendo al suelo. 

La mujer, se lamentó de haber llegado en un mal momento. Y el pelinegro fruncio el ceño completamente enojado, ¿cómo se atrevían a interrumpir ese momento con su amado? 

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐫𝐚... 

¿Qué les pareció el cap? 

Ya mucho Seungho y Na-kyum como tortolitos, ahora sí se viene lo bueno... ¡La crianza! Jajaja