Capítulo uno.
Todo es confuso, yo soy confusa ahora mismo mi vida es solo una mancha borrosa.
Abro los ojos de golpe así viendo directamente la luz del techo haciendo que casi me quede ciega, cierro mis ojos mientras que intento levantarme.
Pero no puedo, mi cuerpo se queda inmóvil mientras que yo respiro con dificultad.
Suelto un quejido mientras que lentamente ahora más preparada abro de nuevo mis ojos así mirando un techo blanco, blanco como la nieve del invierno.
Invierno...
Suspiro mientras que miro a mi alrededor, no había nadie y estaba aparentemente vacío pero me sorprendo a mi misma descubriendo que no estaba en mi casa, ni en ningún lugar que se le parezca.
Estoy en un hospital, ¿pero por qué? No recuerdo haberme lastimado, checo mi cuerpo detenidamente sin observar heridas aparentes estoy bien me siento un poco adolorida pero me miro bien.
Intento levantarme pisando el piso frío en cuanto me bajo siento un leve escalofrío pero lo dejo pasar así mirando por fin algo que me saca de quicio.
Un suero directamente a mis venas, me quedó un poco helada al verlo pero lentamente quito la cita médica de mi brazo para después retirar la aguja sin ver.
Si me dan miedo las agujas así que no miraba porque tendría que tener una si estaba en perfectas condiciones.
Camino en silencio buscando a alguien pero no había absolutamente nadie, era como estar en un hospital fantasma.
Al tener esa idea en mente un poco asustada camino de puntillas mientras que miro a los lados al menos por dos pasillos no mire ni un alma en pena.
Así llegué al baño, no se porque se me ocurrió que quizás alguien podría estar ahí rápidamente entro y me quede como tonta esperando que hubiera alguien.
Quería ver a mis padres, deberían de estar preocupados y me deben de decir que estaba pasando aquí.
Aun así caminó unos pasos más intentando mirándome al espejo, no sabía siquiera si usaba mis lentes de contacto, los necesito para ver distancias muy largas o letras muy pequeñas.
No me gusta usar lentes normales me hacen ver más tonta de lo que soy.
Pero no quería verme fea incluso en el hospital tenía que cuidar mi apariencia, mi abuela me llama vanidosa y que no era lo suficientemente agraciada debido a eso tenía que requerir a métodos de gente fea para verme decente.
Nada de lo que haga nunca es suficiente para ella, soy fea soy muy flaca soy muy pálida, todo eso me lo repite desde que nací.
Mamá dice que no le haga caso pero el trauma ya estaba ahí por eso nos alejamos de ella, bueno mis padres y yo nos alejamos de ella, mis hermanos nunca lo harían.
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Recuérdame
Teen FictionWinter Kazt es la princesa que todos sueñan ser, tiene dos padres que la aman, amigos leales que la quieren demasiado y un novio maravilloso que siempre la apoya en todo lo que decida. Oh bueno eso es lo que piensa en su cabeza realmente ella es la...