Recuérdame

Capitulo dos

Capítulo dos.

Winter Kazt

— ¡Señorita! — me gritan a lo que volteo con una sonrisa — su bolsa — la tomo con gusto viendo el logo de Chanel impreso en la bolsa

Tenía más bolsas de las que podía cargar y a mi lado tenía a mi abuela viendo todo lo que tomó.

Regresando del hospital me di un baño de dos horas limpiándome a profundidad seguido de eso medité durante mucho tiempo algún recuerdo pero no conseguí absolutamente nada, me frustra demasiado no saber ni siquiera lo que hice ayer.

Pero trate de tranquilizarme, roma no se construyó en un día así que con él tiempo quizás recuerde algo más.

Estuve desde la mañana en una peluquería para conseguir de nuevo mi tono de rubio exacto un poco más oscuro por no decir que demasiado pero aun así estaba bien, era rubio y eso me gustaba.

Había conseguido un guardarropas rosa casi en todo su esplendor desde citas hasta zapatos junto con maquillaje que anteriormente no me dejaban usar solo que me di cuenta que ya no tenía catorce y no tenía que seguir las mismas reglas.

Un aumento de años me sentó bien, conseguí todo lo que quería y al parecer sane la relación con mi abuela.

Trate de no preguntar mucho por mis padres ya que era molesto cuando hacía muchas preguntas, me han dicho que soy una persona irritante ya que hablo mucho a papá le gusta pero a los demás no así que mejor que callo.

— Creo que ya es suficiente. — niega con una sonrisa tomando mi mejilla

— Nunca es suficiente. — no quería sonar malagradecida pero las bolsas ya no podía más y eso que las otras las cargaba Jerry el chofer

Siempre tenía cara de amargado y no sonreía, trate de hacerle unos chistes antes de llegar pero no río con ninguno, cuando le pregunté por qué no se reía si a mi misma me dieron gracia me preguntó si quería que se riera, conteste que sí y soltó la risa más falsa y escalofriante que escuché en mis catorce... digo dieciséis años de vida.

Aunque es muy educado fuera de todo, es una de las pocas personas que son amables conmigo pero en California la gente es diferente.

Quizás es por que es más cálido que la gente es más amigable pero en New York de solo recordarlo me da un escalofrío.

— ¡Winter, cariño! ¡Muévete! — apuro le pasó ahora pasando por tiffany lo que me recuerda a la amiga de mi hermana

Miro las joyas preciosas mientras que me doy una vuelta hasta darme cuenta de los precios, ¡diez mil dólares!.

Que demonios está gente piensa que voy a gastar tanto en un collar que solo voy a usar tres veces debido al precio.

— ¿Te gusta ese cariño? - pregunta a lo que yo abro los ojos no sabía si negar pero definitivamente era hermoso, tenía pequeños diamante cayendo en escaleras con una fina cadena de ¿oro rosa?

Solo vi el rosa cuando mis ojos brillaron, era hermoso lo quería pero era muy caro.

— Debe de haber otros menos... — no sabía cómo decirlo pero ella ya había entendido

No tenía problema en gastar mil dólares en un bolso Chanel rosa pero esa maldita cosa me iba hacer tener una deuda de por vida con mi familia.

—Oh no te preocupes por el precio, cariño es más. — llamó a una chica a la cual le doy una sonrisa nerviosa — dame este un brazalete y unos aretes a juego por favor

— ¡Abuela! - reniego pero ella me ignora

— Y que no se te olvide que sea de oro rosa, lo más rosado que encuentres a mi nieta le gustan las cosas rosas.