⚜️Final⚜️

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Jungkook juraba que las galletas de limón de su madre eran las galletas, de las que  jamás se acostumbraría a comer, no entendía por que a las personas les gustaba algo ácido en algo que debería de ser dulce, era como hacer un pastel que fuera comida, como ese programa de artistas de comida, pero ese no era el punto.

No tenía lógica.

Pero a Taehyng le gustaban y entonces cobraba lógica.

Subió las escaleras con una galleta en manos, debía  admitir que trataba de pasarlas, el sabor se fue acostumbrando a el cuando ya tenía varios días de comer estas.

Taehyng estaría orgulloso de el cuando supiera que las comía.

No igualarían jamás las galletas de avena que su menor le preparaba.

Pero reitera.

Habían cosas que vale la pena sacrificar por las personas que amas.

Pasó por la puerta de la habitación, varias migajas se encontraban en sus labios, se acercó a el escritorio y puso el plato de galletas encima de el,  esperaba a que  el monitor le diera la señal de que estaba apagado para se sentarse con su bebé, no había terminado la historia.

Con galleta en mano recostó su cadera en el escritorio blanco, mirando como la máquina decia apagando.

Dio otra mordida.

—Tu odias esas galletas..

Jungkook se alzó de hombros.

—Si, bueno.. hay una primera ves para..—

La galleta mordida que tenía en su mano cayó  al suelo y su cabeza volteó lentamente hacia la cama.

Su corazón necesitaba ser revisado, no era normal que se escuchara hasta sus oídos, su respiración se detuvo por un momento antes de empezar a respirar de manera acelerada.

Su pequeño Taehyng estaba viéndolo con los ojos arrugados, frotándose uno de estos al mismo tiempo que un puchero permanecía En sus labios.

Salió disparado hacia la cama, abrazando la anatomía del menor, y empezó a besar la a mejillas de este, sus ojos sin vergüenzas empezaron a derramar lágrimas, como si aún tuvieran guardadas.

Junto sus mejillas, sintiendo lo cálidas y suaves de estas.

—Bebé, amor despertaste.

Más besos eran sonados en las mejillas de Taehyng, quien se encontraba confundido por el actuar de su mayor.

—Kookie basta... tengo gripa, te enfermaras.

Jungkook negó tomando las mejillas de este viéndole a los ojos. A esos hermosos ojos que parecían de un cachorro recién despertado, su cabello castaño alborotado por los besos y dedos qué pasó por el y la mirada perdida de su menor.

—No amor, eso fue hace meses.

—¿De que hablas koo?, ayer te dije que..—miró a su alrededor una ves su visión no fue borrosa y sus ojos no dolieron por la luz que entraba por la ventana, se fijo entonces como estaba su habitación, no recordaba haberla movido, aunque planeaba hacerla.

Bien pudo ser Jungkook quien lo hizo cuando se lo mencionó en la llamada, pero si eso fue así ¿Tan pesado tuvo el sueño, para no darse cuenta cuando lo sacaron  de la habitación?

Miro hacia la ventana, El cielo azul con nubes de Agosto había sido remplazado con un gris blanquecino que cubría cada espacio en el.

¿Que pasaba?

—¿Koo?

JungKook no podía borrar la sonrisa de su rostro, escaneado la mirada de su Niño que lo miraba con muchas dudas en la cabeza, las cual estaba dispuesto a responder.

 El Bello Durmiente//Kooktae //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora