⚜️Capitulo 8⚜️

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La semana había pasado rápida a comparación con lo que fue Lunes,Martes ,Miércoles y el Jueves.

Jueves.

No sabía que día era, pero sabía que ese día no sería fácil borrarlo de su memoria.

Se supone que debía ser un día especial, donde le confesaría a Taehyung sus sentimientos con la esperanza que el sintiera lo mismo.

Nada había salido como espero.

Había faltado el viernes a clases, el fin de semana se fue volando, solo paso encerrado en su habitación y si tenía  visitas de sus amigos, su madre los mandaba a su cuarto.

Pero no podían sacar más de dos palabras de el, miraba a la ventana de su cuarto o se encontraba con los auriculares puestos ignorando lo que sus amigos le decían.

Esto enojaba a Yoongi ya que no le gustaba ver a su amigo así.

Su amigo Marcio había vuelto de Italia, cuando se enteró que no habían llegado a tocar, se comunicó con ellos preguntándoles si todo estaba bien, este al enterarse de la situación de quien llamaba " El pequeño colocho"  entendió, a veces le decía cosas en italiano que hacían sonrojar al menor sin saber que decían, no eran cosas malas, pero según el eran diminutivos de una persona pequeña, pero linda.

Persona que se encontraba viendo en este momento.

Taehyung había llegado a casa el lunes por la mañana, Jungkook había faltado a clases ese día, pero no le dijeron nada.

Después de las clases se dirigía a la casa del menor, donde pasaba horas hablando con el, Lisa muchas veces lo escuchaba llorar y pedirle a su hermano que despertara, que prometía ordenar su cuarto y comer las galletas de limón que tanto odiaba, obteniendo la misma respuesta de siempre.

Un pitido de la máquina.

En los resesos jungkook trataba de no acercarse a la mesa de los chicos aún cuando estos le rogaban que se sentara con ellos, pero no podía.

Así los esquivo una semana y media, Justo ahora Jungkook se encontraba en la habitación de Taehyung, platicándole su día y como se sentía tan cansado que ya no iba a las prácticas de Basketball, había hablado con el entrenador sobre dejar de hacer los diseños y este comprendiendo la situación, aceptó.

—Los chicos quieren que hable con Marcio, pero no tengo ganas de ver a ese rojillo de su sobrino.—Sonrió apenas.

Era el único momento en el que hablaba tanto, había dejado se hacerlo, sus mañanas  en casa antes de irse a la escuela y los fines de semana no pasaban de decirle buenos días a su madre y a su hermana.

Había perdido las ganas de hablar en ese transcurso, todos estaban preocupados y es que Jungkook no era una persona que hablaba mucho,  pero había prácticamente enmudecido desde que Taehyung había vuelto del hospital.

Hacia todo mecánicamente, beber agua, comer, ducharse y saludar.

Su mirada había perdio interés en todo, miraba sus pies si le tocaba caminar o si escuchaba a sus maestros, miaran a la ventana.

Su cabello había empezado a decolorarse, era un tinte muy fuerte que requería cuidado, más jungkook no tenía  tiempo ni ganas para eso.

¿De que servía si Taehyung no le diría lo bonito que se ve  con su color favorito?

Por ello un día  después de salir de clases había  llegado a una peluquería donde pidió que le cortaran el cabello.

Lo había dejado bastante corto,algo largo de arriba y de los lados bastante rebajado, también se lo había teñido de negro.

 El Bello Durmiente//Kooktae //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora