II.

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Minjeong despertó al amanecer, el sol apenas asomando por el horizonte de la ciudad. Se sintió inusualmente energizada, como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo. La noticia de la captura de Jimin aún resonaba en su mente, impulsándola a moverse. Sentía una urgencia inexplicable por poner en orden su vida antes de sumergirse en la investigación.

Se levantó rápidamente de la cama y comenzó a limpiar su apartamento con una eficiencia meticulosa. El espacio era pequeño pero acogedor, decorado con una mezcla de muebles modernos y toques personales. El salón estaba dominado por un sofá gris en forma de L, frente a una televisión de pantalla plana montada en la pared. Estanterías llenas de libros y plantas en macetas colgaban en las esquinas, creando un ambiente sereno y organizado.

Minjeong empezó por el salón, recogiendo los cojines y doblando una manta suave que solía usar para acurrucarse en las noches frías. Pasó a la cocina, una pequeña pero bien equipada área con electrodomésticos de acero inoxidable y encimeras de granito negro. Limpió los restos de la cena de la noche anterior, lavando los platos y guardándolos cuidadosamente en los armarios.

Se movió al baño, donde pasó un paño húmedo por el lavabo y la encimera de mármol blanco. Asegurándose de que las toallas estuvieran bien colgadas y el espejo impecable, se dirigió finalmente a su dormitorio. La cama, con sábanas blancas y un edredón azul marino, fue hecha con precisión. Minjeong abrió las ventanas, dejando que el aire fresco de la mañana limpiara la habitación.

Con su apartamento ahora reluciente, Minjeong se permitió un momento para disfrutar de la satisfacción del orden. Se dirigió a la cocina para prepararse el desayuno. Abrió la nevera y sacó los ingredientes para su comida matutina favorita: un bol de bibimbap con huevos.

Encendió la estufa y calentó una sartén, añadiendo un poco de aceite de sésamo. Mientras esperaba a que se calentara, cortó finamente algunas verduras: zanahorias, espinacas y calabacín. En un bol, colocó una porción de arroz recién hecho, seguido de las verduras en una disposición circular. Añadió algunas tiras de carne marinada y finalmente, rompió dos huevos en la sartén caliente.

El sonido de los huevos friéndose llenó la cocina, acompañando el aroma tentador del aceite de sésamo. Minjeong los cocinó hasta que las claras estuvieron firmes pero las yemas aún líquidas, y los colocó con cuidado encima del bol. Espolvoreó un poco de gochujang y semillas de sésamo por encima, completando su obra maestra culinaria.

Se sentó en la pequeña mesa de la cocina, disfrutando del silencio matutino mientras tomaba el primer bocado. El sabor familiar y reconfortante del bibimbap la hizo sentir aún más energizada y lista para enfrentar el día.

Cada bocado era un recordatorio de las cosas simples y buenas de la vida, algo que apreciaba profundamente antes de sumergirse en la oscuridad de la historia que estaba a punto de investigar.

Mientras disfrutaba de su desayuno, su tranquilidad se interrumpió por el sonido insistente de su celular. Minjeong frunció el ceño, preguntándose quién podría estar llamándola tan temprano. Miró la pantalla y vio el nombre de su jefa de departamento: Kim Taeyeon, a quien tenía agendada cariñosamente como "Taengoo".

Minjeong tomó el teléfono y deslizó para contestar.

–Buenos días, Taengoo. ¿Qué pasa?

La voz de Taeyeon sonó clara y directa, aunque con un toque de urgencia.

–Minjeong, ¿viste la noticia que está sacudiendo la ciudad? La captura de Yoo Jimin.

–Sí, la vi anoche en el noticiero. Es... impresionante, por decir lo menos.— dijo Minjeong asintiendo, aunque su jefa no pudiera verla

Playing with the Psychopath's Truth (Winrina) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora