Un pequeño inconveniente placentero (Appleradio)

La partida

El Hazbin Hotel era un lugar al que las almas de los pecadores arrepentidos por sus acciones podían llegar a descansar y ser parte del plan de redención de la princesa del infierno quien no dejaba de tratar de ayudar a si pueblo que constantemente estaba en guerra por el poder y dominio.

Cuando su padre llegó fue recibido con los brazos abiertos de casi todos los que lo habitaban a excepción de cierto demonio de ropas rojas que no le reveló a Charlie una alfa que se trataba de un Omega apesar de que ella ya lo sospechaba por el aroma dulce que emanaba.

De inmediato la princesa notó cierta tensión que emitía Alastor hacía Lucifer, por un lado lo quería cerca pero por el otro temía que el soberano fuese el tipo de alfa que se aprovecha de otros y que sólo lo usaría como un juguete con el cual satisfacer su instinto y luego podría deshechar.

Charlie le aseguro que su padre apesar de todos los rumores que circulaban en el pentagrama no era esa clase de persona y que con cada muestra de su erróneo odio lo único que lograba era que le gustará más pues aunque el no fuera consciente de ello sus fermonas siempre salían a flote cuando se acercaban, tratando de atraerlo.

Alastor avergonzado terminó aceptando el comenzar a conocerlo por su propia cuenta pero nunca completamente solo, Husk un alfa se había mostrado muy reacio a permitir que se reunieran a solas al igual que Nifty Así que siempre se podía ver a uno de los dos cerca al menos hasta que el mismo demonio radio les pidió ya no hacerlo porque había comenzado a enamorarse del rey y quería algo de privacidad. No dudaron cuando comenzaron a escucharlo suspirar por el o como su sonrisa había dejado de verse tan forzada, la prueba más clara fue cuando apesar de estar en el vestíbulo se tomaron de las manos y compartieron un beso, el sonrojo de ambos era tan real como su propia existencia.

La relación se formalizó, tomó un tiempo para que Alastor decidiera que quería compartir una cama con el rey, Lucifer confesó desearlo y fantasear con el algunas veces pero el demonio radio no se escandalizó porque el mismo tenía esa clase de problemas sobretodo con su celo presente.

Su primera vez fue mágica apesar de lo extraño que era el asunto para él, se descubrió siendo adicto a ser tocado por el alfa o ser tomado entre sus brazos y amado de esa forma con tanta paciencia aún si su actitud era un poco tosca y sus gustos peculiares como morder la suave piel angelical del más pequeño.

Nunca creyó admitirlo pero el único rumor que era cierto era que lucifer es muy bueno en la cama, siempre sabía como dejarlo deseando más y hacer que sus piernas temblarán sin ser brusco realmente.

Era un día normal auguraba ser igual a los rutinarios, solo después de almorzar supo que no sería así.

–Alastor, Charlie estaré fuera algunos días desde hoy, hay un asunto que necesita que vaya personalmente_ hablo el soberano caminando de un lado a otro, era el primer día desde que conocía al demonio radio que tendrían que separarse tanto_ sé que prometí estar aquí estos días pero es que fue imprevisto, realmente lo siento...

–Por mi no te preocupes papá_ habló la princesa al notar que su aroma comenzaba a volverse un poco agrio.

–Por mi no te preocupes tampoco cariño, se que no puedes dejar tus responsabilidades_ respondió el ciervo pegandose a él y dándole un codazo juguetón que lo hizo sonreír_ que tu sonrisa siga así querido, cuándo regreses tendré listo algo especial para tí.

–Entonces será mejor que vaya a resolver el asunto pronto. Cualquier cosa llámenme y regresaré, aunque espero no tardarme más de una semana_ Lucifer sonrió con un sonrojó, amaba las sorpresas_ Me llevaré un beso por ahora_ Alastor rodó los ojos y se agachó un poco, el soberano de inmediato aprovecho la oportunidad con apenas un roce_ bien, ahora así_ sonrió al ver al otro tocarse los labios y desaparecer en una niebla era más rápido que volar, el ciervo poco imaginaba que Lucifer lo había perfumado mucho.