Parte-2 |ESTO NO ES EL CIELO

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Nota: Disculpen, pero no quería tardarme tanto Actualizando a si que les subí una parte primero, esto es lo que sigue del anterior cap.

Elijah me cogió la mano, en la puerta estaba un tipo musculoso y muy alto que cargaba con unos lentes negros.

— Identificación — Se interpuso en mi camino.

Elijah saco un carne que tenía guardado en el bolsillo trasero y se lo enseñó al hombre que de inmediato se hizo a un lado y nos dejó pasar.

Ya adentro todas las personas caminaban de un lado a otro, algunas llevaban trajes negros y lazos de distintos colores y otras iban con ropa normal.

En una esquina habían tipos sentados en una mesa con botellas de cerveza en sus manos y unas mujeres encima de ellos semi-desnudas.

Yo abrí los ojos como plato.

Además el lugar se veía chiquito y tranquilo desde afuera pero adentro era un desastre.

Por otro lado más mujeres semi-desnudas se paseaban de un lado a otro, otras bailaban en una tarima mientras muchos hombres le metían mano y le lanzaban dinero.

— Esto no es lo que crees, solo es una fachada. Debemos mantener oculto lo que hacemos. ¿Ves esa puerta del fondo?

Yo mire hacia donde el me estaba apuntado, y asentí.

—Vamos a entrar ahí —Dictaminó.

— Pero... ¡Esto es un prostíbulo!

— Ellas son damas de compañía Samanta, a muchas las ves así pero son fachadas, algunas trabajan para nosotros.

— De damas no tienen nada —me burle.

— ¿Entramos o no?

— Que simpático eres. —Lo miró con mala cara.

— ¿Eso fue sarcasmo?

—No, para nada — Le sonreí, falsamente.

— Eso volvió a see sarcasmo, pero sólo por esta vez lo voy a dejar pasar por alto.

Lo ignore y seguí avanzando por dónde él me estaba guiando, Elijah abrió la puerta roja entro él primero y yo le seguí. Las personas a nuestro alrededor se nos quedaban mirando, pero más me veían a mí con curiosidad y asombro.

—Elijah —susurré, mientras me rascaba la nuca con incomodidad—. Nos están mirando.

—Te están mirando a tí, Ratoncito.

—¿Por qué me miran tanto? —Me pegue a él.

—Porque nunca he venido con una chica a este lugar, eres la primera. Siéntete afortunada.

Las personas cuchuchaban entre sí y me veían a mí, algunas chicas me miraban con odio e envidia, los hombres con deseo. Elijah me jalo del brazo y entrelazó nuestras manos, cada vez que pasábamos por un callejón se amontonaba la masa de personas.

—Ésto es muy incómodo.

Elijah doblo en otro callejón y abrió una puerta e entramos. Ya adentro note que todavía no había soltado mi mano, me puse a observar el lugar, había una barra de bebidas y un chico pelirrojo alto con una botella sirviéndose un trago a ver qué nosotros estábamos ahí levanto la mirada del vaso y la puso en Elijah, esté entrecerro los ojos hacia el chico y lo miro con desagrado.

ELIJAH - [Un deseo aterrador y perverso] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora