Todavía no amanecia, el cielo seguía viéndose como una gran mancha negra que se expandía por el horizonte, la calma reinaba por todas las calles pero aún así el joven chico ya se encontraba preparando su segunda taza de café matutino, tal vez dirían que es muy joven para tomar café tan temprano pero simplemente no le importaba lo que dijeran los demás. Max un chico de 21 años de edad, tez blanca, y de penetrantes ojos azules, con un carácter normalmente descrito como demasiado frío y serio, el cual no hablaba con casi nadie, solamente lo hacía cuando se trataba de cuestiones de escuela o trabajo, el se encontraba cursando su tercer año de universidad.
El joven ojiazul tenía días que no podía dormir bien, una pequeña molestia se encontraba alojada en su pecho desde hacía un tiempo pero habia decidido no darle mayor importancia, pero esto no había cambiado nada, razón de encontrarse despierto siendo apenas las 4:37 a.m. la mañana de un sábado.Cuando su café estuvo listo lo sirvió en una taza azul marino, lo endulzó y fue a sentarse a la sala de su pequeño apartamento,los sillones eran relativamente cómodos y tenía unas pequeñas lámparas las cuales le daban la iluminación necesaria para ver un poco mas alla de la mesita de centro que tenía, vio el reloj y se dió cuenta que todavía tenía bastante tiempo antes de que su turno en la cafetería comenzara, por lo que decidió terminar de una vez por todas aquel libro el cual había sacado prestado de la hermosa biblioteca de su ciudad. Realmente no era uno de sus géneros favoritos, no sabia incluso el porque había decidido escoger aquel autor para su lectura semanal pero siempre escuchar como hablaban de aquella obra literaria, la lista de películas que se basan en el libro y el decir que era un clásico le dio curiosidad hasta decidió leer "Romeo y Julieta".
Decidido a terminar de una vez por todas aquella obra para poder regresar el libro lo abrió en donde su separador de gatitos marcaba y siguió su lectura sin prisa, mientras por momentos tomaba sorbos pequeños de su taza o separaba la vista de su lectura para descansar brevemente del sin fin de palabras, algunas veces incluso se daba el tiempo de buscar alguna palabra que no entendia en internet, al terminar su lectura cerró el libro y soltó un pequeño suspiro, lo guardo en su mochila y percatandose de que apenas eran 8:15 se dispuso a prepararse algo de desayunar.
Fue con total calma a la cocina para revisar que ingredientes tenía disponibles, vio que había huevos, jamón, queso y un poco de mantequilla por lo que decidio que haria un omelette, saco todos los ingredientes necesarios mientras en su teléfono empezó a reproducir una playlist variada de canciones, por lo que disfrutaba aquel espacio que solía ser tan silencioso. Cuando terminó sirvió el alimento en un plato y agarro un vaso de agua para pasar los alimentos, mientras comía sus pensamientos se encontraban en el libro que recién había terminado, preguntándose cómo el amor puede traer tanta tragedia a la vida, el porque la gente solia hacer cosas tan locas por el, o el que habia un sentimiento tan fuerte como ese hacia otra persona, enseguida se acordó del Hanahaki la enfermedad de las flores, algo tan fatal y mortífero que no puedes controlar, algo lo cual parecía ser una maldición para todo aquel que tuviera la desdicha de sufrirla, para él resultaba demasiado incierto hablar sobre la enfermedad pues nunca se consideró alguien romántico capaz de enamorarse tan perdidamente de alguien, su sexualidad estaba definida gracias a gustos pasajeros, gustos de apariencia siendo simple atracción física, pero nunca desarrollando sentimientos verdaderos o demasiado fuertes hacia alguien.Terminando de comer lavo los trastes que había ocupado y fue a asearse, se dió una ducha rápida y luego se lavó los dientes, entre sus cosas busco algo cómodo y abrigador pues el frío viento de inicios otoñales se había apoderado de aquellos dias, agarro su mochila verificando que tuviera todo lo necesario y partió hacia la estación de trenes que lo llevaría a la cafetería donde trabajaba los fines de semana, mientras caminaba veía gente dirigirse a trabajar o niños disfrutando su fin de semana sin mayor preocupación que el poder salir a jugar, aquello lo hacia sentir nostálgico pues hubiera deseado tener una infancia así de tranquila, pero el aferrarse de aquella manera al deseo del pasado no cambiaria nada, al llegar a la estación paseaba su vista de un punto a otro en lo que esperaba que llegara el transporte, hasta que su mirada se poso en una pareja que estaba agarrándose de la mano, mientras veía lo felices que se encontraban empezó a sentir que el malestar en su pecho regresaba, solo que ahora era un poco más intenso y le daba la sensación de no poder pasar aire correctamente por lo que empezó a toser sintiendo la garganta seca, aquel pequeño ataque siguió durante unos segundos más, cuando tosió una ultima vez pudo apreciar como un pétalo de color blanco era expulsado suavemente, al ver aquello el pánico se apoderó de el, sus ojos estaban descolocados y su respiración se habia vuelto pesada, justo en ese momento llegaba el tren, de manera rápida y algo brusca entro para poder tomar asiento sin preocuparse de nada más , poco a poco el miedo y desesperación se hacían más presentes la angustia parecía crecer a cada instante pero él solo tenía en su rostro una expresión de vacio, su mente era un caos, no podía ser, esto no le podia estar pasando, era ridículo tan solo había interactuando unas cuantas veces con aquel chico cuándo estaba en la biblioteca, no tenía sentido que tan solo con eso estuviera pasando por algo así. Entonces su mente se alejo un poco de lo que sucedía para recordar al hermoso chico de unos 25 años aproximadamente,que conoció en aquella librería, tenía una hermosa piel trigueña que era adornada por varias pecas que relucian a cada momento, su cabello castaño ondulado, sus ojos de un color café con ligeros matices verdes, y sobre todo una sonrisa tan cálida y amable, definitivamente era hermoso, pero no solo por su físico, su personalidad era tan agradable y cautivadora, aun recordaba algunos de los momentos que habia pasado con el castaño.
ESTÁS LEYENDO
Entre tulipanes *Chestappen*
FanfictionCuando Max descubre que sufre la enfermedad Hanahaki debe buscar la manera de solucionarla, pero aún más cuando no pensaba enamorarse del lindo bibliotecario