De manera automática empezó a caminar hacia aquel frío lugar, cuando llego deja su mochila colgada en unos de los percheros que tenía para luego dirigirse a su cuarto, al sentarse en la cama se dió cuenta que realmente estaba cansado, las noches sin dormir estaban pasando factura, los ojos le ardían y sentía el cuerpo pesado, sin ánimos se terminó de recostar sin ganas de nada, pero sintiéndose abrumado por el completo silencio decidió poner música, aquello era algo lo cual lo ayudaba a sentirse menos solo y deprimido, por lo que agarro su celular que estaba junto a su cabeza y puso una de sus playlist favoritas, de esta empezó a sonar la suave interpretación en piano de “Un mundo ideal”.
En cuanto la canción comenzó a sonar Max pudo sentir que empezaba a relajarse, los párpados empezaron a sentirse pesados hasta que logro caer en la inconsciencia, si le preguntarán a alguien que pensaba a simple vista de él probablemente no creería que ese chico tan serio en realidad fuera tan infantil y miedoso, que en sus días libres juega como un niño pequeño con juguetes que mantiene en su apartamento y se entretiene viendo películas sobre animales, o que más de una vez lloro al sentirse cansado y abrumado, pero alli estaba él, tirado en su cama después de llorar como un niño al cual dejan en su primer día de escuela mientras disfrutaba de las canciones de su infancia en dónde buscaba consuelo y calma.
Pasadas algunas horas por fin despertó y apagó el aparato que no había dejado de sonar, con pereza se levantó y a pasó le yo se dirigio hacia la sala, al llegar agarro su mochila para sacar el pastel que había comprado, tal vez no sería la comida más nutritiva pero no tenía ganas de hacer nada, al abrirla pudo visualizar aquel libro que se supone debía ir a entregar, durante unos minutos estuvo observando aquel ejemplar mientras debatía internamente que debería hacer, si bien no quería verlo todavía tenía que devolver la lectura y de paso buscar algo para distraerse.
Decidido dejó el libro sobre la mesa de centro y se dedicó a comer aquel pedazo de pastel, mientras disfrutaba el sabor del café espolvoreado de cocoa pudo sentir como poco a poco sus ánimos comenzaban a elevarse nuevamente y estaba un poco más decidido a lo que debía de hacer, así que al terminar su comida fue a enjuagarse la boca, buscar su sueter y ponerse un poco de loción para después agarrar nuevamente su mochila, meter el libro y emprender camino a la biblioteca. Cuando salió de aquel lugar se dio cuenta que ya estaba oscureciendo, solamente rogaba que le diera tiempo de llegar o toda aquella seguridad y convicción que había logrado reunir se esfumaran. Camino a pasó apresurado por varias cuadras, no le importaba pasar algunos semáforos en verde, solamente necesitaba llegar, después de caminar por media hora por fin había llegado a aquel lugar donde se podían encontrar miles de historias y mundos diferentes, pero también aquel lugar donde también se encontraba su alegre y efusivo amor.
Frente a la puerta tomo una gran bocanada de aire y cerró los ojos, necesitaba tranquilizarse y aparentar calma e indiferencia frente a la situación, después de unos segundos abrió la puerta y se adentró, apenas poner un pie dentro el aroma a tinta y hojas le dieron la bienvenida asaltando sus fosas nasales, trayendo una aparente calma, aquella biblioteca era su favorita en la ciudad pues tenía una hermosa estructura, una iluminación bastante agradable y un millón de lecturas interesantes de todos los temas que quisiera.
A paso lento se acercó al escritorio donde aquel hermoso joven se encontraba sentado leyendo un libro, cuando sus pies se detuvieron frente a Sergio pudo sentir como su corazón latía de manera mucho más rápida y un leve sonrojo se apoderaba de sus mejillas cuando esté separo la vista del libro para voltearlo a ver y regalarle una sonrisa.—Que bueno es verte por aquí Max, ya te habías tardado un poco— definitivamente aquellas palabras no habían ayudado en nada al sonrojo del rubio— Dime, ¿Te gusto el libro? — su voz a pesar de ser suave tenía un dejo de emoción bastante notable.
—No fue mi historia favorita, pero no estuvo mal leer una de las novelas más famosas de la historia — pese a que trataba de sonar tranquilo se notaban brevemente los nervios aún cuando intentaba ocultarlos con suaves carraspeos.
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Entre tulipanes *Chestappen*
FanfictionCuando Max descubre que sufre la enfermedad Hanahaki debe buscar la manera de solucionarla, pero aún más cuando no pensaba enamorarse del lindo bibliotecario