¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La vida de un semidiós en la escuela es la peor experiencia que pueden tener en su vida, más aún al ni siquiera poder entender lo que el profesor está escribiendo en la pizarra de clase.
Ella volteo a mirar a su compañero de asiento dándose cuenta que esté estaba copiando los apuntes en su libreta con una letra cursiva perfecta, a pesar que no podía detallarla bien porque estás parecían flotar sin sentido.
Dislexia.
Esa es la peor parte de ser un semidios, sin mencionar su TDAH que no los podía dejar ni un segundo tranquilo sin ocasionar algún problema a su alrededor o llamar la atención de los mounstro en el entorno, además de que siempre tengan esa sensación de ser comida.
—¿Necesitas que te ayude, señorita?—la voz del rubio resonó por lo bajo.—No lo tomes a mal sino que te puedo explicar la clase.—añadió junto a una preciosa sonrisa.
«Él es hermoso»
Agnes sintió como sus mejillas se tornaron ligeramente rosadas, debido a sus propios pensamientos además que por un segundo recordó la conversación con la hija de Afrodita la tarde anterior.
—Esta bien, gracias.—fue lo único que pudo decir, antes de volver su mirada hacia la pizarra.
El rubio por su parte pudo darse cuenta de que la chica a su lado estaba teniendo complicaciones al momento de atender la clase, además que pudo sentir la frustración de ella al quedarse mirando la pizarra fijamente, siendo eso clave fundamental para que él entendiera que se le dificultad.
—Si deseas puedo explicarte después de clase.—hablo el joven rubio con acento texaco.
La hija de Hécate sintió como un ligero calor se apoderaba de sus mejillas, puesto que sin darse cuenta estaba cayendo bajo los encanto de aquel joven desconocido; aunque también podía ser la manera perfecta de descubrir el misterio que rodeo a ese rubio y a su familia como tal, dado que los demás Cullen eran "diferentes".
Ya su grupo de semidioses los tenían bien vigilados por si son los causante de los acontecimientos misteriosos que llamaron la atención de su madre a tal punto que la envió a esa misión sin darle mucha información al respecto.
—Me parece bien, ni te imaginas lo complicado que es todo esto con dislexia.—bufó por lo bajo la semidiosa sin querer pasar por desapercibida.
Jasper Hale ladeo la cabeza a un costado al escuchar las palabras de la chica, eso aclaraba muchas de sus dudas al respecto del motivo por el cual, ella no prestaba demasiada atención a la clase y cuando lo hace parecía estar sufriendo.
