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—Mateo, déjame en paz y lárgate— dije enfadada
—Dafne, entiende que a sido un error, solo fue una noche— dijo apenado — Además sabes que te quiero como nunca que querido a nadie— me dijo con las manos en mi rostro.
—Mateo, tenemos que terminar, nuestra relación no estaba bien desde hace 3 meses— dije mientras una lágrima se deslizaba por mi rostro.
Mateo había sido mi novio desde hace 2 años y había tirado nuestra relación por la borda acostándose con mi prima.
En ese momento me fui sin mirar atrás, sabía que este momento llegaría y no tenía donde ir.

Al cabo de 6 minutos me llamó Paula y le conté lo que pasó con Mateo y me dijo que me podía quedar el tiempo que quisiera en su casa.
Paula es mi mejor amiga desde que teníamos uso de razón y la verdad no me arrepiento de haberla conocido. Su hermano Noah es como mi hermano mayor ha estado hay siempre cuando lo he necesitado para las buenas y para las malas. Agradezco que aún me quede esto en mi vida.
A los 15 minutos ya estaba enfrente de la puerta de Paula. Toqué la puerta y al minuto Paula se tiró a mis brazos.
—Dafne, lo siento mucho— dijo apenada.
—No te preocupes Paula, se veía venir ya— dije triste.
Me pasé toda la noche llorando, como podía haber sido tan tonta y haber malgastado 2 años de mi vida con él.
Al día siguiente me levanté a la una de la tarde y de verdad no había dormido nada, me vestí y baje a la cocina y me encontré con quien menos me quería encontrar...
—¿¡¿¡DYLAN?!?!?!— dije gritando.
—¿¡¿¡DAFNE?!?!?!— dijo sorprendido.
—Que haces aquí!!!, hacia 10 años que no te veía Dylan— dije sorprendida.
—Viendo a Noah que me pillaba de paso— dijo con tono chulesco— veo que sigues siendo la niña zanahoria y pequeña del colegio— dijo mirándome fijamente.
—Y tu el mismo gilipollas del instituto— dije enfadada.
Me fastidiaba demasiado que se metiera conmigo por mi estatura, desde los 10 años he medido 1,55cm y el siempre se metía conmigo por ser mas bajita que los demás.
—Hola Dylan, que pasa tio— dijo alegre.
—Nada tio como siempre, problemas en mi casa— dijo cabizbajo —Pero bueno es lo que toca aguantar cuando tienes a tu hermana pequeña en esta situación— dijo apagado.

Al escuchar esa frase me partió el corazón en pedazos, conocía a su hermana Gemma, la ultima vez que la vi tenia 8 años, era una niña risueña y sobre todo siempre iba con una sonrisa en la cara, pero ahora lo estará pasando fatal.
—¿Tu hermana como esta?— pregunté curiosa.
—Lo esta pasando fatal, una niña de 10 años que vea a sus padres peleándose día y noche no es lo mas bonito del mundo— dijo cabizbajo —Me tengo que ir, tengo clase de equitación, me alegro de verte Dafne y a ti también Noah— dijo con media sonrisa.
Dylan se marcho y mire a Noah con tristeza. Me causaba mucha pena que Dylan y su hermana estuvieran pasando esta situación.
Después de comer, me fui a la hípica a montar a Aura, que hace poco que me la regalo Noah y Paula por mi graduación y de verdad se lo agradezco cada día.

Estuve montando dos horas y después estuve duchando y peinando a Aura, cuando me encontré con Mateo:
—¡¡QUÉ COÑO HACES AQUI MATEO!!!— dije enfadada y gritando.
—Dafne cálmate— dijo tranquilamente —Vengo a darte explicaciones— dijo calmado.
—Mateo no me digas que me calme lo primero, y lo segundo no quiero ningún tipo de explicación que salgan de tu boca— dije enfadada.

—Entiendo que no quieras hablar conmigo, pero al menos escúchame— dijo apenado.
—Es que no quiero escucharte Mateo, me has hecho mucho daño, entiéndelo necesito mi tiempo porfavor— dije mientras caía una lagrima por mi rostro.
—Te daré todo el tiempo del mundo pero quiero volver contigo— dijo cabizbajo.
—La cuestión es no quiero volver contigo— dije cabreada —He encontrado a otro que me hace feliz— dije subiendo el tono.

Sin esperar respuesta de el me fui sin mirar a tras igual que el día que me le encontré en la cama con mi prima. Recuerdo ese dia con mucha facilidad aunque no quiera recordarlo.

Un romance a caballoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora