¡¿Amiga?!

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Una semana más tarde Erick por fin había vuelto y en cuanto lo vi en el recreo salí corriendo hacia el sin pensármelo dos veces y le dije:

-Erick, estas bien- y le abrace (otra vez), y él me dijo:

-Si, ya estoy bien, por cierto- hizo una pausa y me pregunto:

- ¿Sabes ya si te preocupaste por mí? – Aunque lo dijese con un tono irónico también tenía un toque de preocupación, se me hizo un nudo en la garganta, la verdad es que lo había estado pensando y, si, me había preocupado por él.

-Bueno, si lo he estado pensando y...- Le respondí, pero antes de que acabase la frase me dijo:

-Supuse que al ser mi amiga te abrías preocupado por mi- No sabía que decir, me había llamado amiga. No sabía desde cuando me consideraba amiga, haber es verdad que yo sentía algo por el pero no sabría decirte el que. Al final le respondí:

-Si, me preocupe por ti- Él sonrió aliviado y me dijo:

-Por cierto, todavía no tengo tu número, ¿me lo das? - Obviamente si era su amiga le tenía que dar mi número y en efecto se lo di.

Entre versos y letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora