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― Los papeles están listos para ser firmados. Luego de eso tiene una reunión con el jefe de una nueva empresa; quiere saber si estamos interesados en aliarnos durante- ―
― No. ―
― Señorita Sam, si me permite- ―
― No, no te permito. Ahora trae los documentos para firmarlos y poder irme a casa. ― Su secretaria solo la miraba. Bufó molesta porque sabía que si no le hacía caso estaría en problemas con su esposa. ― Habla. ―
― Los requisitos que ofrecen son demasiado buenos para ser rechazados. ―
― ¿Ofrecen la cura para el cáncer? ―
― Uh, no. ―
― Entonces no son tan buenos. ― Está vez fue su empleada quien suspiró frustrada. ― Ahora te agradecería si traes los documentos que debo firmar. ―
― Sí, jefa. ―
― Espero que no desees que te agradezca por hacer tu trabajo. ― La empleada volvió a suspirar y salió de la oficina.
― La señorita Mon nos trata como humanos. ―
― ¿Qué dijiste? ― Pero la puerta se cerró.
Aunque para sus empleados no pareciera, ella sí tenía corazón, y su corazón era como el de un pollito. Sam no era un monstruo, simplemente no podía comunicarse correctamente debido a la forma en la que fue criada, pues su padre siempre mostró un comportamiento erróneo que lamentablemente había aprendido. Por eso hacia gestos pequeños que simbolizaban su aprecio hacia todos los que trabajaban para ella.
Les daba bonos, los dejaba salir temprano, traía comidas al trabajo e incluso una vez los llevó a unas vacaciones cortas en un crucero privado. Obviamente fue por obligación de Mon, ¡Pero ella accedió así que también es parte de su aprecio!
Tomó su teléfono para llamar a su esposa.
― ¿Sam? ¿Todo bien? ―
― Te dije que no me quieren. ―
― ¿Uhm? ―
― Por la mañana les invité un desayuno. Fue su recompensa por haber trabajado duro y mantener las cosas en orden hasta que yo llegara, pero para ellos nunca es suficiente cuando se trata de mí. ―
― Sammy. ―
― ¿Por qué son así? No es culpa mía ser tan maravillosa y magnífica, ¿O sí? ―
― Por breves instantes pensé que ibas a decirme algo más fuerte. ―
― Khun Sam. ―
― ¿Qué tienes que ver tú ahora? ―
― Eso es fuerte. ―
― Voy a colgarte si sigues siendo egocéntrica. ―
― ¿Por qué quieres colgarme? Te estoy contando la ineficiencia de tus empleados, ¿Y quieres colgarme? Juro que si mi hija hace eso no le compraré lo último en tecnología. ―
