ᝬ 🍼 𖠵 𝗗a𝗁𝗐𝖺𝗇 II 𓄹

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― ¿Qué quieres que haga qué? ― El hombre al otro lado del teléfono estaba confundido por su petición

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― ¿Qué quieres que haga qué? ― El hombre al otro lado del teléfono estaba confundido por su petición. ― Sam, si no he tenido pareja es porque no quiero tener hijos, ¿Y me pides que adopte a una niña?

― Es lo único que te pediré, Kirk.

― No te creo.

― ¿Por qué? Siempre cumplo mis promesas.

― Dejé de creer en ti cuando me dijiste que sí te daba el número de Mon no me saldría nada debajo de la cama, y al final me terminaste mandando cosas de terror en la madrugada solo porque mi hermana te dejó en visto. Tuve muchas pesadillas ese día.

― Era una niña.

― Tenías 24.

― Que resentido eres. Deberías aprender a soltar. ― Kirk suspiró con cansancio.

Se había levantado con tanta energía hasta que Sam comenzó a llamarlo como si alguien hubiese muerto. Contestó con preocupación al pensar que quizá había pasado algo con su hermana, pero su cuñada no le dio el tiempo de preguntar porque le lanzó un: "Felicidades. Fuiste el ganador de la rifa del domingo. Te ganaste una bebé."

Obviamente le tomó varios minutos hacer que Sam le contara toda la historia, y ahora ella le estaba pidiendo que adopte a la pequeña niña.

― No quiero una hija.

― Entiendo que puede ser difícil cuando solo le darás cosas baratas, pero puedes intentar.

― Si yo le daría cosas baratas, ¿Por qué no la adoptas tú?

― Porque ya tengo dos hijas.

― ¿Y? Dile a Mon que una de ellas se duplicó y salieron trillizas.

― ¿Cómo carajos mi esposa se va a creer eso?

― Es Mon. ― Soltó con un tono de obviedad. ― Creyó que Santa existía hasta los veinte años y apostó treinta mil bats a que lo atrapaba en nochebuena.

― ¿Santa no existe?

― Son la una para la otra.

Mon jugaba con su anillo sin apartar la vista de la pequeña Sun, su chiquita preciosa

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Mon jugaba con su anillo sin apartar la vista de la pequeña Sun, su chiquita preciosa.
Diría lo mismo de su otra niña si tan solo Sam se la dejara un maldito minuto.

― ¡Son hermosas!

― Sam, también quiero cargarla.

― ¿Eh? ¡Ya tienes a Sun!

― Sí, porque Tee te golpeó y logró quitartela.

― Dame a Sun y te doy a Aylin.

― Aylin sigue sin gustarme. ― Se aferró más a su niña. Ella quería tener los dos brazos adormecidos, no sólo uno. ― ¿Qué tal View?

― Te dije ese nombre y me mandaste a dormir al sofá.

― Ah... No sé, pero Aylin no termina de convencerme.

― ¿Por qué? Creo que es único, así como ella. ― Mon miró mejor a su esposa.

El nombre le encantaba, sentía que quedaba con su linda bebé, pero quería desesperar tanto a Sam hasta que le diga porque estaba tan extraña.

― ¿Preguntaste más nombres?

― Jum, tuve un momento incómodo con un señor. Nada importante. ― Antes de volver a hablar, Yuki entró con el rostro lleno de frustración.

― Sam... Hay alguien esperando hablar contigo.

― No pienses que con eso harás que le de a mi otra hija a Mon.

― No. Esto es importante.

― ¿Qué tan importante, Yuki? ― Decidió meterse e ignorar a una Sam tratando de quitarle a Sun disimuladamente. ― ¿Ya llegó mi hermano?

― ¿Kirk llegó? Creí que tardaría más tiempo.

― Viajó desde la madrugada, solo que no pudo encontrar un vuelo que lo trajera directamente así que tomó una escala. ― Los ojos de la de cabello corto brillaron con emoción. ― ¿Está aquí? ¡Dile que entre!

― Dudo que quieras ver a tu suegra, Mon.

― Oh.

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¡𝗞𝗵𝗎m 𝗦𝖺𝗆! (𝖤𝗇 𝖯𝖺𝗎𝗌𝖺)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora