Cuando la malicia se reencontró con la oscuridad (2)

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Frente a él tenía una rebanada de pizza, la mejor de Chicago según la publicidad del restaurante en el que habían terminado luego de que Harry dijera que después de Italia, Chicago tenía la mejor pizza de la historia. Lucifer estaba encantado de probar esa declaración por si mismo. Por supuesto, era imposible haber llegado a otro estado con tanta rapidez. Fue como un parpadeo. Y ni siquiera estaba exagerando.

Sucede que cuando uno de tus esposos es amigo del diablo, tenías la ventaja de poder viajar a cualquier parte del mundo en cuestión de segundos. Era la razón por la que estaban en aquella ciudad en primer lugar. Seong-Jin aún creía que existía la posibilidad de terminar vaciando su estómago. No sabía si por la inquietud, la sorpresa y la incredulidad de abrir los ojos sobre el mundo sobrenatural, o si sería por el viaje especial que acababan de darle.

Frotó su estómago con intranquilidad. Ni siquiera estar sentado en medio de sus hombres ayudaba a relajarlo. ¿Cómo podría cuando Jude estaba hablando sobre economía con Lucifer como si solo fueran dos hombres de negocios? Era tan surrealista que no sabía si su cerebro podría procesarlo de verdad. Era demasiado extraño para una mente mortal. El diablo existía. ¡El diablo existía!

Seong-Jin no se consideraba un creyente devoto, hacía mucho tiempo que no asistía a una iglesia ni siquiera por compromiso, tampoco había seguido una religión como tal. Sus padres eran budistas y de pequeño solían llevarlo al templo para rezar, pero en cuanto dio cuenta de su independencia, no había seguido adelante con esa religión. Tenía sentimientos encontrados, pues en la mayoría de religiones, las personas como él, así como todos aquellos pertenecientes a la comunidad, eran vistos como una anomalía, como algo que debía ser reparado para que no manchara el orden "natural" de la vida, para no ofender al dios al que adoraban. Entonces no podía sentirse bien yendo cada semana o cada domingo a rezar a alguien que supuestamente lo encontraba indigno por ser gay.

Sin embargo, a pesar de no creer en la religión, en el fondo una parte de él creía en, quizá no un dios per se, pero si un poder superior que velaba por todos los seres humanos y criaturas. Tal vez solo era su necesidad de guía, de saber que había alguien responsable de todo lo bueno y lo malo que ocurría en el mundo.

El asunto es que, como la mayoría de creencias, sin importar que tan poderosa fuera la fe, jamás estarías preparado para saber que aquello en lo creías (o no) realmente existía. Y era un poco tonto darse cuenta de que había creído en la existencia bien, en un posible poder superior que lo representaba, pero no había creído en el mal.

En lo personal, Seong-Jin estaba convencido de que el origen del mal era la humanidad misma. Psh, ¿demonios? Ellos no eran quienes ponían malos sentimientos en los humanos y los obligaban a cometer actos de odio, violencia o delitos, ¿verdad? Los seres eran capaces de cometer atrocidades si ayuda externa, solo por el poder de su odio y falta de empatía.

Y eso solo hacía que la presencia de Lucifer Madow en aquella mesa fuera tan impactante.
Porque puede que no creyera que cada cosa mala que un humano hacia fuera culpa del diablo, pero...la sociedad se había encargado de implantar una idea de cómo se supone que esa entidad debía ser. Pero entonces, ¿en dónde estaban los cuernos y las patas de cabra? ¿En dónde estaba el olor a azufre? ¿En dónde estaba toda la maldad y la desesperanza que debía seguirlo a todos lados como un estela destructiva?

Frente a él, Lucifer se veía más como un modelo. Todo cabello rubio, ojos azules y una sonrisa traviesa que podría ser el inicio de los sueños húmedos de cualquier simple mortal.

Estaba tan confundido, tan fuera de su elemento que no sabía si después de aquel día podría seguir con su vida de manera normal, o si es que haber descubierto la verdadera existencia de Lucifer obraría cambios irreparables en su psique. ¿Y por qué era el único que parecía tener problemas para procesar? Jude, Zhenya y Harry se veían tan tranquilos...okey, Harry no tanto, su postura era de protección, estaba alerta. ¡Pero aún estaba comiendo su maldita pizza como si nada!

Our Forever Song© (Love & Music #5) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora