Un día feliz

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— Y a pesar de todo, a pesar de la oscuridad en la que estuvimos por un tiempo, te volvería a elegir. Porque encontrar el camino hacia la luz contigo fue una de las cosas que cambiaron mi vida, y que aún lo siguen haciendo. Gracias por elegir arriesgarte conmigo de nuevo. Haré que cada día cuente. 

Luke sostuvo las manos de un lloroso Wesly mientras Finnick Dowson, quién era el encargado de oficiar la boda, siguió adelante con la esperada frase “los declaro esposos. Ya pueden besarse, joder”. Luke no dudó, alcanzó, a su ahora marido, lo inclinó hacia atrás y lo besó frente a todos los invitados, entre vítores y aplausos que resonaron por varios minutos. 

Una sensación extraña lo invadió. No diría que se vio embargado por la misma emoción eufórica que los demás parecían estar sintiendo, pero si que sintió algo. Y era un poco agridulce. Por supuesto, estaba felíz por ese par de tontos, ya que se habían tardado en llegar a ese momento al que se dirigían desde hace tiempo. Pero también había un regusto agridulce en toda la situación. No le gustaba esa sensación, no le gustaba no saber cómo interpretarlo y por sobre todo, no le gustaba la idea de ponerse de malhumor en un día en que todos parecían estarla pasando bien.

—¿Todo bien, ne sarang?— Seon-Jin tomó su mano mientras caminaban hacia la zona en dónde se habían instalado las mesas en el salón de eventos que contrataron para la boda. 

—No lo sé— aceptó. Cada vez resultaba más fácil hablar sobre sus emociones con sus hombres. Algo que le tomó tiempo, pero que por fin estaba logrando—. Es bastante extraño. Estoy feliz por ellos. 

Su coqueto esposo sonrió de medio lado, para luego presionar un beso en su mejilla.

—Creo que lo entiendo. Estás feliz porque son personas muy importantes para ti, pero también te hace sentir un poco nostálgico porque…

—No te atrevas a decirlo. 

Su sonrisa traviesa decía lo que sus labios no lograron terminar de afirmar. Rodó los ojos, fingiendo molestia, aunque en el fondo le hacía gracia lo empeñados que estaban Jin y Zhenya en hacerlo aceptar que sentía o sintió algo por Porter. Y ni siquiera parecían celosos por tal posibilidad, lo cual era una ridiculez. Si fuera al revés, Jude ya estaría averiguando cómo destruir al tipo que le gustaba a sus hombres, así de sencillo y no iba a disculparse por ello. Por eso no podía entender por qué ellos parecían estar tan bien con la idea de que pudiera tener algún tipo de sentimiento por Wesly. 

—Oye, está bien si sientes cosas por él. Digo, me atrevo a decir que la mayoría de personas presentes tuvieron un flechazo por Wes en algún momento. 

—Yo no soy la mayoría.

—Eso lo sé, tu también tuviste un flechazo por Luke, así que verlos casarse te iba a afectar. Y eso no tiene nada de malo, bebé. 

Soltó un gruñido, pero no lo negó, porque después de todo, era más o menos verdad eso de que tuvo un flechazo por Luke en algún momento. Pero Wesly, se negaba. Porque si aceptaba tal cosa…era mejor no pensar en ello. Y mucho menos aquel día.  Por suerte Evgeny se unió a ellos. Seon-Jin soltó una risita cuando el ruso lo envolvió entre sus brazos sin dejar de caminar, presionando besos contra su mejilla. Eran jodidamente dulces, y a pesar de todo, Jude no pudo evitar sonreír, con algo cálido derramándose en su pecho. 

Habían sido meses demasiado difíciles para él, para sus hermanos. Muchas cosas ocurrieron, así que en cierta forma, esta boda era lo que necesitaban para sentirse mejor. Celebrar algo bueno les venía de maravilla, sin importar que dicho suceso le despertara sentimientos extraños. 

—¿Todo bien, Wolfie? — preguntó su ruso, echándole un brazo sobre los hombros—. ¿Necesitas una distracción? ¿Necesitas mimos?

—No soy un jodido cachorro— murmuró, pero no intentó alejarse cuando un reguero de besos aterrizó en su mandíbula. 

Our Forever Song© (Love & Music #5) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora