Después de aquello, luffy no acepto acompañar a los chequeos a su sobrina; él le explicó a su querida sobrina y ella entendió pero eso la ponía triste.
Aquella tarde no fue la excepción, su sobrina estaba en el trabajo de su tío, ayudando y mimando a algunos animalitos. Luffy estaba atendiendo en el mostrador, ya que sus compañeros le insistieron que lo hiciera y cuidará a su sobrina.
El mayor ordenaba algunos productos de animalitos, escucho la puerta del local abrirse y una voz gruesa llamarlo en un tono bastante serio. Luffy suspiró, odiaba a la gente que tenía mal carácter con personas que no conocía, volteó a verlo, sonriendo y cerrando sus ojos.- ¡Hola! Bienvenido, ¿en que puedo ayudarlo? - Sonrió ampliamente, mientras se acercaba al mostrador.
No hubo respuesta, suspiró nuevamente y abrió los ojos lentamente; encontra
ndose con un pelinegro alto, ojeras notorias y con un rato naranja... ¡Reconocía ese gato! Al parecer el gato también lo reconoció y se abalanzó; ronroneando, mientras frotaba su cabeza contra la cara de luffy y moviendo su cola de un lado a otro.
- Tsk, mugi ven aquí. - El gato lo miró levemente y lo ignoro. El pelinegro puso los ojos en blancos y mirando al otro pelinegro pero luego se puso un poco pálido.
- ¿Esta aquí para esterilizar a su gato? -Pregunto aquel pelinegro, a la vez que trataba de evitar el contacto visual.
- ¿Hacer qué? - Dijo exaltado -. Vine para una revisión, mi gato ha estado muy raro últimamente y se escapa todo el día.
- Está en celo, señor. - Dijo luffy -. Puede castrarlo, o hacer que tengas cachorros. - Luffy lo miró a los ojos, sintió un escalofrío en su nuca y aquel hombre también lo miró a sus ojos oscuros que tenían cierto brillo apagado.
- No quiero castrarlo... Que dolor. -Murmuró, mientras negaba.
- De igual manera siéntese allá, así pueden revisar a Mugi y posiblemente le den algún medicamento. - Dejo al gato en el mostrador, mientras se daba la vuelta y sentía sus manos temblar nuevamente.
- Mmh... Gracias. - Dijo con mala gana, mientras se alejaba de allí y apretó su puño.
Luffy volteo rápidamente al ser llamado por una voz inocente infante, cuando bajo la mirada era su sobrina jugando con unos cachorros y afortunadamente con aquel gato naranja.
- ¡Tío luuuu! - Grito aquella niña, mientras se alejaba de los animalitos e iba hacia su tío -. Viste que esta aquí el doctor. -Dijo entre un susurró para su tío, mientras sonreía y alzaba sus cejas.
- Tama... - Murmuró levemente, un tic empezó a aparecer en su ojo y dando una sonrisa enojada -. Mejor ve a jugar con Karoo. Vivi dejo a su pato en cuidado, se cayó desde el techo de su casa, su patita y su ala están rotas.
- ¡Oow! - Hizo un bufido de tristeza, haciendo un puchero y mirando hacia el patio de la veterinaria -. ¡Esta bien! Pero... - Miró hacia atrás, vio que el pelinegro en la sala de atención estaba atento a todo y miro a su tío nuevamente -. Ve a conseguirme un tío. -Se alejo entre risas divertidas, dejando a su tío sonrojado y siendo detenido por su compañera para que no persiga a la menor.
- La mato... -Murmuró inquieto, pero se tranquilizo y lanzó una de sus típicas sonrisas -. ¡Oh! Kiku-chaan, ¿qué tal? Shishishishi.
- Ya puedes seguir con tu turno, yo tengo que seguir en el mostrador. - Dijo amablemente -. Además, hay un guapo alfa con su gato. - Alzó sus cejas, sonriéndole coqueta y pegandole en el hombro. Luffy escondió su rostro en la sombra de su sombrero, levantando sus hombros y gruñendo.
- ¡D-Deja de decir tonterías, kiku! ¡Ponte a trabajar mejor! - Grito enojado, dando saltitos al no poder llegar a ver a la beta de gran altura y se dio vuelta empezando a caminar enojado.
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¡I LIKE YOU𝒰𝓃𝒸𝓁𝑒! ︴𝙻𝚊𝚠𝙻𝚞
Fanfiction(2da prt) La vida de un veterinario a todo estándar, es imposible que algo sucediera después de una junta con la familia de su hermano. Se trata de un Omega que es veterinario, se reencuentra accidentalmente con un pediatra gracias a la hija de su...